Selva de Irati

Visitar la Selva de Irati en Navarra

Visitar la Selva de Irati estaba en nuestra agenda viajera como parte de la semana que estuvimos descubriendo Navarra. Ese día partíamos desde el Hostal Rural Mendilatz, cerca de Orbaiceta, que lo habíamos elegido precisamente por su cercanía con la Selva de Irati.

Hicimos rápidamente en coche el trayecto que nos llevó desde el Hostal hasta el Punto de Información Arrazola, a la entrada de la Selva de Irati. Aunque estaba cerrado por ser lunes, ahí es donde se paga la tasa de mantenimiento para acceder.

El coste de la tasa es de 5€ por coche, pero si te alojas en el Hostal en el que estábamos nosotros te dan un bono descuento para acceder. Es un incentivo interesante para que quienes vayan a la Selva de Irati, colaboren con el desarrollo de la zona.

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Punto de Información Arrazola (Selva de Irati)

En los alrededores de la caseta de información se puede consultar un mapa sobre las rutas de senderismo que se pueden hacer por la Selva de Irati y también con los puntos de interés turísticos que se encuentran, tales como la presa del embalse de Irabia o la ermita de San Esteban, el Haya de los Tres Brazos, etc.

La Selva de Irati es enorme y se puede acceder a ella desde puntos distintos al que nosotros hicimos, que está más próximo a Orbaiceta.

Pensamos dejar el coche en el aparcamiento del punto de información, pero como prácticamente no había nadie decidimos hacer primero la ruta en coche hasta el Embalse de Irabia.

Camino de la Selva de Irati

Embalse de Irabia

Tras unos minutos en coche por una pista de hormigón conocida como Camino a Irati, fuimos disfrutando del entorno a poca velocidad, sin cruzarnos apenas gente. Esto nos permitió pararnos en varios puntos y adentrarnos un poco por los senderos.

Arroyo en la Selva de Irati

En un principio intentamos llegar a la ermita de San Esteban, pero entre el barro y que no teníamos claro que fuese por allí, desistimos y seguimos avanzando hasta el Embalse de Irabia.

Al final del camino hay una buena explanada en la que dejar el coche. Quizás los fines de semana se llena mucho, pero solo había un par de coches en nuestra visita a este punto de interés de la Selva de Irati.

Presa de Irabia

Fuimos caminando por el sendero que rodea el embalse, rodeado de árboles altos y con sombra. Esto facilitaba mucho el camino, porque aunque era temprano el sol de junio empezaba a picar.

Embalse de Irabia en la Selva de Irati

Llegamos a un punto intermedio del sendero y decidimos bajar hacia la orilla del embalse. Su forma, el tipo de arena y el color del agua nos recordó mucho a cuando visitamos en la provincia de Málaga el Embalse del Conde de Guadalhorce.

Insectos en el Embalse de Irabia en la Selva de Irati

Tras un ratito de relax sentados contemplando las vistas y hacer unas fotos, nos levantamos y nos dirigimos hacia el coche para volver al punto de información. Desde ahí íbamos a intentar hacer la ruta senderista hasta la ermita de San Esteban.

Presa del pantano de Irabia

Cerca de donde habíamos aparcado se escuchaba caer mucha agua. Nos adentramos un poco entre los árboles y vimos que se podía bajar para la presa del pantano de Irabia. La verdad es que no esperábamos que fuese tan grande y para recordar el momento grabamos un pequeño vídeo:

Ruta senderista por la Selva de Irati

Volvimos sobre nuestros pasos hacia la entrada a la Selva de Irati y dejamos el coche aparcado para comenzar a hacer un poco de senderismo hasta la ermita de San Esteban.

Empezamos siguiendo las indicaciones. Luego dejamos de verlas. Empezamos a confiar en el GPS y llegó un punto en el que se podría decir que estábamos perdidos por el bosque.

Senderismo por la Selva de Irati

Para nuestra tranquilidad, sabíamos que íbamos encajonados entre el camino de hormigón y un vallado que nos impedía subir la montaña hasta la ermita de San Esteban, así que lo fuimos bordeando para intentar encontrar la forma de llegar a la ermita.

Senderismo por la Selva de Irati

Pero nada, el camino parecía interminable. Nos frustró un poco cuando llegamos al punto donde habíamos dejado el coche en el primer intento de llegar a la ermita. Pero esta vez nos armamos de valor y atravesamos la zona de barro para conseguir el objetivo.

Unos 20 minutos después ya se hacía demasiado complicado continuar, así que desistimos y volvimos al punto donde dejamos el coche la primera vez, y de ahí por el camino de hormigón hasta el punto de información. En total la experiencia senderista fue de una hora para el Embalse, y de una hora y media aproximadamente para buscar la ermita de San Esteban. No está mal para estar desentrenados. Y además, con mucho barro.

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Siguiente parada: Jaurrieta

Ya en el coche, nos cambiamos el calzado y los calcetines que estaban de barro hasta arriba. Nos pusimos guapetes y nos dirigimos hacia jaurrieta, un pueblito en el que íbamos a pegarnos un buen almuerzo.

Con el tema del senderismo por la Selva de Irati estábamos hambrientos, así que comenzamos la marcha hacia la siguiente etapa de nuestra ruta por Navarra.

Caballos en la Selva de Irati

2 Comments on “Selva de Irati”

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