Llegamos a Pamplona, parada final de nuestro viaje de una semana por Navarra en el que descubrimos muchísimos rincones de esta comunidad autónoma del norte de España.
Sería sobre la media tarde cuando, tras un tramito de carretera desde Ujué, dejamos el coche en un parking subterráneo próximo a El Corte Inglés, ya que nos alojábamos por la zona y por allí está complicado el aparcamiento.
La visita a Pamplona iba a ser sin obsesionarnos con ver todo, más bien tomándonos el asunto con tranquilidad, que el cansancio de los días anteriores ya iba pesando.
Dónde alojarse en Pamplona
Cuando buscamos dónde dormir en Pamplona queríamos un sitio que estuviese cerca del centro andando pero que no tuviese un difícil acceso en coche. De este modo no perderíamos tiempo en ir y venir desde el alojamiento.
Finalmente elegimos el Hostal Rodas, en la calle Estella, pegado a El Corte Inglés. Es un hostal integrado en un edificio de viviendas, ocupando una planta. Se ve algo antiguo pero todo estaba correcto. Su coste, 45€.
Eran las 20:00 y salimos del hostal con idea de conocer un poco el centro de Pamplona antes de que se fuese la luz del día y mirar sin prisa un lugar donde tomar pintxos para cenar.
Monumento al Encierro
Lo primero que nos cruzamos fue el monumento al Encierro, en la avenida Roncesvalles, cerca de la Plaza de Toros de Pamplona. Representa una escena de un encierro de los Sanfermines, con los corredores en cabeza, los toros detrás, y otros que han sido alcanzados y ruedan por el suelo.
Ayuntamiento de Pamplona
Paseando por el centro conocimos el Ayuntamiento de Pamplona, desde donde se lanza el famoso chupinazo que da comienzo a los sanfermines. Al día siguiente volveríamos por aquí con un freetour y nos contarían la historia del edificio, sus símbolos, etc.
Dónde cenar en Pamplona
Si buscas dónde comer en Pamplona, lo más típico es ir de pintxos por los bares del centro, que donde más se concentran es en la calle de la Estafeta, una de las más populares de la ciudad. A continuación contaremos los dos bares que probamos nosotros, el Bar Fitero y la Vermutería Río.
Bar Fitero
Nuestra primera parada fue en el Bar Fitero. Allí nos tomamos un pintxo con bebida cada uno. La atención está muy cuidada y, como se ve en las fotos, la presentación de los pintxos también.
La idea era ir alternando bares, en cada uno un pintxo, pero ya en el primero dos bebidas y dos pintxos se fueron a los 10€ y mínimo íbamos a necesitar 5 más. La cosa se podía disparar así que nos lo tomamos con calma y cambiamos la estrategia a ir a un solo sitio donde hubiese buena variedad.
Vermutería Río
Después de dar una buena vuelta por el centro para ir haciendo hambre, entramos en otro de los lugares que se suelen recomendar en guías y blogs de viajes, la Vermutería Río.
Allí nos pedimos para beber lo típico, un vermú de tirador de Martini, de los pocos que hay en España, y lo acompañamos de unos pintxos. El primero fue el pintxo típico que se pide en Vermutería Río desde 1963: el frito de huevo. De hecho, es tan típico que hace poco han superado el millón de fritos de huevo servidos. Eso se puede ver en un contador que hay en el mismo bar.
También nos pedimos varios pintxos más, que fueron una sardina ahumada, un chorizo frito y otro que no apuntamos el nombre pero que sí le echamos una foto.
La verdad es que comimos muy bien. Quedamos muy satisfechos con el trato cercano y con la comida. Nos costó pedir la cuenta, que teniendo en cuenta que aquello estaba lleno es comprensible. El total fueron 19,20€, que para los 5 pintxos que tomamos y 3 bebidas está bien.
Tras la cena dimos un buen paseo por la capital de Navarra, viendo el ambientazo que había en todos los bares y lo variopinto de la gente que los frecuentan. No nos recogimos tarde, ya que al día siguiente teníamos free tour por la mañana, íbamos a comprar unos recuerdos y nos dirigiríamos después hacia Salamanca para hacer noche y luego continuar hacia Sevilla.
Qué ver en Pamplona
Al día siguiente fuimos al punto de encuentro para el free tour, en la plaza Consistorial de Pamplona. Allí nos explicaron que antiguamente la ciudad estaba dividia en burgos, y que se llevaban a matar entre ellos. Puestos en contexto, comenzamos la ruta por Pamplona.
Pasamos por delante del Ayuntamiento y allí nos explicó la guía los elementos que componían el edificio del Ayuntamiento, cuál fue su origen, cómo funcionó en la antigüedad, el tema del chupinazo, y todo lo que hay que saber para entender la evolución del día a día en Pamplona.
Iglesia de San Saturnino
Aunque lo primero que se suele pensar es que el patrón de Pamplona es San Fermín, lo correcto es que el patrón de Pamplona es San Saturnino.
Muy cerca del Ayuntamiento se encuenta la iglesia de San Saturnino, también conocida como iglesia del burgo de San Cercín. Su origen se remonta al siglo XII, aunque más atrás ya hay menciones en documentos de una iglesia primitiva en el mismo lugar.
Este templo sufrió daños en los continuos conflictos entre los burgos. A día de hoy lo que vemos es la iglesia gótica del siglo XIII, tras la reparación de los daños del guerrilleo entre burgos.
Belena de Portalapea o San Cernín
A pocos pasos de la iglesia de San Saturnino, encontramos un pequeño callejón cargado de historia. Recibe el nombre de Belena de Portalapea o de San Cernín.
Justo a la entrada del callejón encontramos una virgen del siglo XVI en una especie de urna en alto pegada a la pared. Esta Virgen estuvo antiguamente en la muralla del burgo de San Cernín.
En el mismo callejón, en el edificio en el que se encuentra la Virgen, vemos cómo aún se conservan los restos de la muralla medieval de Pamplona, que dan algo de soporte al edificio. Se trata de una hilera de arcos medievales en un nivel más bajo del que pisamos actualmente, conservándose también proyectiles de catapulta que fueron encontrados en el lugar.
Ahora, cerca del edificio de la izquierda de esta callecita, en el que actualmente hay una farmacia con un gran mural dedicado a la diosa romana Diana, cuenta la tradición que con el agua del pozo que allí se encuentra, en el siglo III San Saturnino bautizó a vascones romanizados. Entre estos vascones se encontraban el senador Firmo y su hijo Fermín, quien más tarde sería San Fermín.
Justo al lado de este pozo había un templo romano donde se adoraba a la Diosa Diana, y por esoo el edificio de la farmacia tiene el mural que recuerda este hecho histórico.
Qué más ver en Pamplona
Este free tour de Pamplona que hicimos nos permitió hacernos una visión general de cómo fue creciendo la ciudad a lo largo de los siglos. Pamplona no es solo sanfermines, tiene muchas más historias y anécdotas en cada rincón por el que pasas.
Por no perdernos en datos que se pueden encontrar en la wikipedia, a continuación pondremos una serie de fotografías con la que hacerse una idea general de lo que vimos: el mercado, iglesias, conventos, la estatuilla de San Fermín donde se persignan quienes corren los encierros, el Museo de Navarra, el Archivo de Navarra, algunos lugares más y, por último, la Catedral de Pamplona, donde finalizó el recorrido del free tour.
De vuelta a Sevilla parando en Salamanca
Como se nos hacía tarde para emprender la vuelta, paramos a comprar unas cosillas en una tienda que se llama Gur Gur, que la recomendamos tanto por sus productos como por el trato.
A partir de ahí, fuimos a por el coche y comenzamos la vuelta parando una noche en las afueras de Salamanca, en un hotel con piscina para descansar un poco del trote turístico que nos pegamos por Navarra.