Ir a un partido de la NBA fue una de las actividades que hicimos durante nuestro viaje a Nueva York en el mes de noviembre de 2019. El partido enfrentaba al equipo local, los New York Knicks, contra los Cleveland Cavaliers, un partido sin mucha trascendencia ya que ambos eran de los últimos clasificados.

Para ir abriendo boca, este es un vídeo resumen de nuestras andanzas por el Madison Square Garden durante el partido de la NBA al que asistimos en New York:

Comprar entradas para la NBA en Nueva York

Nosotros compramos las entradas por internet con bastante antelación (el 31 de agosto), ya que al ser Nueva York una ciudad muy turística se agotan pronto y las que están a buen precio suelen volar rápido.

El canal de venta oficial de las entradas de la NBA es Ticketmaster (al menos en 2019) así que si veis alguna entrada más barata en otro sitio en inglés, no confiéis del todo porque luego a la hora de pagar los cargos por gestión se disparan y el precio es superior al oficial. Ojo con esto.

Otra opción, si no se maneja bien el inglés es comprarla en plataformas en español tipo Civitatis o similares que son bastante claros con los números durante el proceso de comprar entradas.

Las dos entradas nos salieron por 268,50$, un precio altito teniendo en cuenta que estaban en el segundo anillo del Madison Square Garden, aunque dentro de la disponibilidad intentamos conseguirlas lo más centradas y bajas posibles. Imaginad lo que costaban a pie de pista…

En un principio, por ser de fuera de EEUU, el proceso de compra obligaba a recoger las entradas en taquilla el día del partido pero hablando por el chat de Ticketmaster nos lo cambiaron para poder llevar las entradas en el móvil.

Mucho mejor esto por comodidad y por si se pierden, ya que accediendo a tu perfil de Ticketmaster.com (ojo, .com y no .es) se tienen en un momento y con una captura de pantalla pasamos sin problemas.

La previa de un partido de la NBA

Nos fuimos con tiempo para el Madison Square Garden, situado en el cuadrado que forman la 7ª y 8ª avenida con las calles 31 a 33. Fuimos a pie desde nuestro hotel que estaba en Times Square, a 15-20 minutos, pero justo debajo la cancha tiene una estación de metro que se llama Pensylvania que es una opción para no andar mucho.

Lo primero que hicimos fue pararnos en la tienda oficial de los New York Knicks a ver los productos que había y se nos antojaron muchos, pero los precios son bastante altos en general. En ese momento había 3 modelos de camisetas que estaban en oferta a 25$ (muy chulas por cierto) así que nos hicimos con dos para ir más preparados a la grada.

Pasamos el filtro de seguridad y una vez entramos nos dirigimos hacia nuestro sector, el 210, para localizar nuestros asientos, 21 y 22, en la fila 3. Lo que es el anillo interior es como una galería comercial, un continuo de barras de bar que rodean al estadio en las que te venden bebidas, comida rápida y algunos artículos promocionales.

Los precios de todo eran altísimos, por poner un ejemplo, la cerveza costaba 14$ y de ahí para arriba. Lo que mejor salía (y no es que fuera para tirar cohetes) era un combo de patatas con pollo frito y cerveza que costaba sobre los 25$.

El himno de los EEUU

Como todo buen deporte americano, lo primero es tocar o cantar el himno de los Estados Unidos de Norteamérica ante un público entregado (que allí el 50% eran turistas mimetizados con el entorno, se vive esto con mucho sentimiento).

En esta ocasión el encargado del himno fue el saxofonista James Casey, que como se ve en el siguiente vídeo emocionó a la grada con su interpretación del himno con sus militares y bandera al frente.

La presentación de los Knicks

Lo siguiente fue la presentación de los equipos. La de los Cleveland Cavaliers fue algo sencilla por megafonía y la de los New York Knicks fue más currada con música épica, un vídeo de jugadas en el videomarcador acompañado de un gran espectáculo de luces, los jugadores saltando y chocando hombros, etc. Muy americano todo y con mucha emoción. En ese momento te sientes un newyorker más.

Por cierto, espectacular el videomarcador y la megafonía. Un sonido y una imagen de altísima calidad accesible a la vista desde cualquier parte del estadio para no perder detalle.

En este vídeo se puede ver un poco de la presentación de los New York Knicks, como veréis, muy guay:

El partido: New York Knicks – Cleveland Cavaliers

El partido en sí fue de los más aburridos de la historia de la NBA, un partido malísimo con pocas jugadas buenas, muchos fallos, balones perdidos, etc.

No fue lo espectacular que esperábamos, pero claro, se enfrentaban el equipo peor clasificado de la liga contra otro que aspiraba a quitarle el puesto.

Lo mejor fue al final que ya estaba todo decidido. Los New York Knicks ya iban ganando de paliza, quitaron a los mejores jugadores de la pista y los que salieron querían demostrar y dar la talla así que se curraron buenas jugadas individuales que acabaron en buenas canastas, algunos mates sencillos, pases con algo de floritura, etc.

A ver si no pasa mucho hasta que podamos repetir, pero igual la siguiente vamos a ver a sus vecinos, los Brooklyn Nets, que la entrada es más baratita, a ver qué tal es allí la NBA.

¿Y mereció la pena la experiencia? un rotundo SÍ.

Es la mejor liga de baloncesto del mundo y todo el show que hay alrededor de un partido hace que el juego pase a ser algo menos importante. No solo se vive el partido, también se vive el ambiente, el formar parte de aquello, los sorteos en vivo, los lanzamientos de camisetas a cañonazos, el himno, el ver cómo reconocían la labor de una policía que llevaba 20 años en un barrio complicado ayudando a la gente en sus ratos libres, las cheerleaders, las competiciones con gente sacada del público… todo es espectáculo.

En breve iremos contando poco a poco más experiencias vividas en New York City, hasta entonces… puedes ver 10 recomendaciones para comer en Nueva York.

¡Un saludo!