Desde hace un tiempo, mis desayunos los días laborables los hago en el Bar El Pica, casi en plena calle Sierpes, en el centro de Sevilla.

Este bar, regentado por los hermanos Antonio y Gabriel Cebrero García acompañados de su escudero Carlos, se encuentra concretamente en la calle Moreno López, que es el inicio de un pasaje que une las calles Sierpes y Cuna.

El Bar El Pica es todo un ejemplo de productividad del que me gusta hablar con frecuencia a las amistades, ya que son capaces de despachar a 40 personas al mismo tiempo casi sin despeinarse.

Están los tres perfectamente coordinados, uno al mando de las comandas, otro con las tostadas y otro con cafés y zumos. Y al mismo tiempo los tres recogiendo y cobrando.

Para que os hagáis una idea del nivel que hablo, ha habido veces que desde que he entrado, solamente diciendo buenos días, he tenido delante mía, en menos de dos minutos, mi correspondiente tostada de jamón york, tomate y aceite con zumo de naranja.

Desayunar en el Bar El Pica

El zumo del Bar El Pica siempre está perfecto de sabor y cantidad, la tostada en su punto y con el contenido adecuado, esto sumado a una atención de diez. El precio de este desayuno es de 3,20€, ligeramente más elevado que lo normal en la zona, pero merece la pena pagar ese extra.

Además, a pesar de estar siempre lleno, es el lugar de Sevilla en el que más rápido te van a poner de desayunar. Como dije al principio, son todo un ejemplo de productividad y optimización del tiempo y las tareas.

Para mi gusto, de todos los bares en los que he desayunado, este sin duda es el mejor. ¡Lo recomiendo!