A finales del mes de febrero tuvimos la ocasión de visitar Iznájar, como parte de un fin de semana rural cerca del pueblo cordobés de Las Lagunillas. Fue nuestra última escapada antes del confinamiento, no podíamos imaginar lo que se avecinaba…
Estuvimos en una casa rural ubicada cerca de varios pueblos de Córdoba, entre los que destacan Rute e Iznájar, aunque en esta ocasión íbamos con mucha tranquilidad y solo paramos en el viaje de ida en Rute para almorzar y hacer unas compras, y al día siguiente visitamos Iznájar.
Dónde alojarse cerca de Iznájar
La casa rural en la que nos quedamos, llamada Cortijo La Presa, está ubicada a pocos kilómetros de Iznájar, en una posición elevada a la que se llega a través de un camino con almendros a cada lado. Nos salió por 110€ un par de noches, muy buen precio para lo que vimos que suele costar.
El primer día allí, tras ubicarnos, nos limitamos a dar una vuelta por el entorno, mitad olivar mitad bosque, recorriendo sin prisa un camino a la vez que bordeábamos un arroyo.
En nuestro paseo nos acompañó un simpático perrito que vive en la casa con los guardeses. Fuimos hacia un lado del camino hasta que el camino llegó a una valla que indicaba que era privado. Hacia el otro, seguimos el arroyo hasta atravesar una carretera pero como empezaba a anochecer nos fuimos de vuelta a la casa.
Eso sí, durante el camino de vuelta hicimos una parada para coger almendras que después nos comeríamos tostándolas en una sartén.
El plan de esa noche fue de manta y series, allí al calor de la chimenea, con idea de estar descansados para visitar al día siguiente Iznájar.
Visitar Iznájar
Por la mañana, tras desayunar, cogimos el camino hacia Iznájar para así poder conocer este pueblito que teníamos en lista desde hacía tiempo y que por una cosa u otra íbamos aplazando su visita.
Es muy frecuente encontrar a Iznájar en webs, programas de TV, blogs y revistas, como uno de los pueblos considerados más bonitos de Andalucía. Y como queríamos comprobarlo, pues nos dirigimos hacia allí.
Qué ver en Iznájar
Comenzamos nuestro paseo cuesta arriba para conocer varios de los rincones más bonitos de Iznájar, bajo un solecito que hacía olvidar que estábamos en febrero. El mismo paseo nos fue llevando a los lugares más populares de la localidad. Vamos a verlos uno a uno.
Patio de las Comedias
La primera parada la hicimos en el que quizás sea el lugar más famoso de Iznájar, el conocido como Patio de las Comedias. Se trata de una plaza repleta de flores en macetas azules, con una fuentecita en el centro, que deja ver por una de sus callejuelas una panorámica de la parte baja del pueblo.
Dentro del Patio de las Comedias se encuentra el Rincón del Beso, que es un asiento en el muro de una casa (que por cierto, estaba en venta) en el que hay que tomarse una foto obligatoriamente.
Y eso hicimos, gracias a que la vecina que allí vive, y que mantiene tan bonita la plaza, nos dijo que nos la hacía para que nos llevásemos ese recuerdo de su pueblo.
Cementerio de Iznájar
Pasamos por otra plaza en la que está la entrada al cementerio municipal Nuestra Señora de la Piedad de Iznájar, ubicado en un extremo de la parte alta del pueblo delante de un horizonte lleno de olivar.
Iglesia de Santiago
Es la iglesia más importante y conocida de Iznájar. Se construyó entre los siglos XVI y XVII sobre una antigua mezquita y dedica su culto al Apostol Santiago. El aspecto que tiene hoy es el fruto de una restauración realizada en la primera década del siglo XXI.
Plaza de Rafael Alberti
La iglesia de Santiago está situada en una plaza llena de encanto, la Plaza de Rafael Alberti, un lugar muy tranquilo en el que hacer una parada antes de seguir conociendo Iznájar.
Castillo de Iznájar
Intentamos visitar el castillo de Iznájar pero como ya era tarde estaba cerrado y solo pudimos pasear por fuera de su muralla. El origen del castillo parece estar en el siglo VIII, tras la conquista musulmana. Fue construido con fines defensivos, para evitar futuros ataques.
El nombre de Iznájar proviene del árabe «hisn al-ashar» que viene a significar «castillo alegre», lo que da a entender de su importancia para el nacimiento de la población.
Con las mismas revueltas entre árabes que tuvieron lugar en los siglos siguientes el castillo se fue reforzando, dañando y reconstruyendo de nuevo. Pasó del Emirato de Córdoba al Reino nazarí de Granada, luego fue cristiano unos años y fue reconquistado por el reino de Granada otra vez, hasta que de nuevo los cristianos lo conquistaron.
Fue una pena que estuviese cerrado, quedará pendiente para visitar en otro momento porque por lo que hemos leído, lo merece.
Miradores de Iznájar
Al ser una población situada en alto y no muy extensa, cada pocas calles que andas te encuentras un extremo que normalmente está bien preparado como mirador.
Hicimos una parada en uno que nos pareció muy bonito con idea de tomar unas fotos y luego dirigirnos a buscar un lugar para almorzar, que iba siendo la hora y empezaba a apretar el hambre.
Dónde comer en Iznájar
Tras buscar sitios en los que comer y ver que no había mucha oferta, finalmente nos sentamos en el Mesón de la Abuela María, que también ponía que se llamaba «Las 4 esquinas».
Nos sentamos fuera porque hacía muy buen día y además dentro había mucha gente. La atención fue algo lenta por el hecho de ser los únicos sentados fuera pero fueron muy amables.
Nos pedimos un par de platos que venían bien despachados. Uno fue huevos fritos con trufa y ajo negro (9€) y el otro fabes con pulpo y almejas (9€). Esto lo acompañamos con dos cervezas y un tinto de verano.
Estaba todo muy bueno, la verdad es que comimos muy bien y nos llevamos muy buena sensación del sitio. Todo lo anterior con dos cafés hicieron un total de 27€.
La playa de Iznájar
Tras el almuerzo salimos del pueblo para dirigirnos hacia la conocida como playa de Iznájar, y llamada playa de Valdearenas. Esta playa se encuentra en el embalse de Iznájar y tiene una extensión considerable, sobre todo a lo ancho.
Cuando fuimos había muchas familias pasando el día, algunas personas incluso bañándose porque hacía muy buen día. Nosotros, antes de emprender la vuelta, dimos un breve paseo de ida y vuelta hasta la orilla y disfrutamos un poco del sol de mediodía que pegaba sobre la arenilla.
Fin de la escapada a Iznájar
Y hasta aquí llegó nuestra escapada a Iznájar, un pueblo de la provincia de Córdoba, muy bonito, lleno de encanto, que recomendamos visitar al menos una vez en la vida.
¡Un saludo!