Nuestro Camino de Santiago Francés llegaba a su fin. Tan solo nos faltaba recorrer los últimos kilómetros desde O Pedrouzo, una etapa muy ligerita para llegar con el cuerpo descansado a Santiago de Compostela y poder disfrutar de su ambiente peregrino.
En este artículo vamos a contar, además de cómo fue nuestra experiencia a la finalización del Camino de Santiago, varias cosas más. Por ejemplo, en qué lugar nos alojamos para descansar en Santiago, ya que al día siguiente partiríamos hacia Oporto (Portugal).
También contaremos en este post dónde comer en Santiago, tanto para disfrutar de un buen almuerzo como para acertar con la cena. Y, además, qué cosas pudimos ver durante una tarde de turismo en la ciudad.
Pero antes de eso, te invitamos a ver el vídeo resumen de la etapa entre O Pedrouzo y Santiago, la última de nuestro camino:
Llegada a Santiago de Compostela
Tras una caminata que no fue muy severa, ya estábamos muy cerca de Santiago y nos paramos en la ermita de San Marcos para poner en nuestras credenciales de peregrinos un último sellito que diese fe de que habíamos pasado por el Monte do Gozo.
En este enclave se respira alegría y felicidad, el ambiente peregrino es impresionante y las vistas desde allí bastante buenas. Es un punto interesante para visitar la ermita de San Marcos, dejar un donativo y descansar un poco antes de emprender el último tramo para finalizar el Camino.
Tras bajar el Monte do Gozo y recorrer un trayecto sin mucho que destacar, empezamos a entrar en Santiago de Compostela. Al poco de esto, hay un punto en el que es obligatorio pararse a tomarse una foto y dejar algún recuerdo personal para que quede constancia de haber pasado por allí. En nuestro caso, dejamos una tarjetita de este blog que estás leyendo 😉
Porta do Camiño
Ya en la ciudad, en un entorno que cambió de rural a urbano, los pasos nos llevaron hasta la conocida como Porta do Camiño, entrada hacia el casco antiguo y tramo final en el que vas con más peregrinos que proceden de distintos caminos hacia Santiago.
Si veis el vídeo, veréis cómo es el trayecto desde ese punto aproximadamente hasta la plaza del Obradoiro, donde se encuentra la Catedral de Santiago, en la que a sus pies los turistas ven cómo los peregrinos se reúnen para disfrutar de la satisfacción de haber completado el Camino.
Catedral de Santiago, en la Plaza del Obradoiro
Sobre la Catedral de Santiago poco podemos escribir que no esté escrito ya. En resumen, su historia tiene su origen en el siglo IX, tras el descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago. El rey Alfonso II mandó construir un templo que lo acogiese y al poco se quedó pequeño por la cantidad de peregrinos que iban a verle.
Por este motivo, en siglos posteriores se construyó una Catedral en su honor, que fue sufriendo ampliaciones y reformas hasta llegar al estado que hoy conocemos. Si quieres conocer toda su historia al detalle, te recomiendo leerla aquí.
Dónde comer en Santiago de Compostela
El lugar que elegimos para almorzar en Santiago de Compostela fue el Restaurante Las Vegas, previa llamada para reservar, ya que toda la gente que había en el Camino seguro que tenían que comer a la misma hora. El homenaje que nos pegamos fue bueno…
Allí el menú del día salía por 12€ y ofrecían una variedad de platos bastante interesantes. Aparte, pedimos alguna cosilla para compartir. En las siguientes fotos vamos a poner lo que comimos nosotros, para explotar, además todo muy bueno.
Y por si fuese poco, tras la comilona llegaron los postres acompañados de su café correspondiente. Para salir rodando de allí.
Dónde dormir en Santiago de Compostela
El alojamiento que contratamos para pasar la noche en Santiago fue el Hotel Casa Douro. Un lugar correcto, con bastantes años pero con una gran actualización para ofrecer un aspecto moderno.
La habitación era algo pequeña, pero hay que ser justos y decir que no fuimos a Santiago a estar dentro de la habitación, sino a callejear. Nos salieron dos habitaciones por 97`20€, un precio muy bueno teniendo en cuenta las fechas y la localización del hotel. Además, el personal fue muy amable con nosotros así que lo recomendamos.
Qué ver en Santiago
Con los pies cansados y una merecida ducha, tras descansar un poco en el alojamiento, nos preparamos para dar un buen paseo por el centro de Santiago de Compostela y conocer algunos de sus monumentos, disfrutar de su ambiente y hacer algunas compritas.
Arco de Mazarelos
Lo primero que nos cruzamos fue el conocido como Arco de Mazarelos o Puerta de Mazarelos. Se trata de un antiguo acceso a la ciudad de Santiago que se utilizaba en la edad media e incluso también en la moderna, antes de las ampliaciones de la ciudad.
Este arco, junto a otros restos menores, es uno de los pocos vestigios que quedan en pie de lo que fue la antigua muralla de Santiago de Compostela, que se derribó hace varios siglos.
Iglesia de la Compañía o de la Universidad
Seguimos el paseo hasta la conocida como Iglesia de la Compañía o de la Universidad, templo construido por los jesuitas en el siglo XVIII. Al ser expulsada de España esta orden, pasó a ser la capilla de la Universidad de Santiago. Actualmente se utiliza como sala de exposiciones y también es la sede de la Orquesta de la Universidad de Santiago.
Universidad de Santiago
Pegada a la iglesia y viceversa, se encuentra la Universidad de Santiago de Compostela, con más de 500 años de historia. Es la más antigua de Galicia y también una de las más antiguas del mundo. Al igual que la Catedral de Santiago, hay tanta información en internet sobre la Universidad que no tendría sentido replicarla aquí como papagallos, así que dejamos por aquí la foto que le hicimos y seguimos el tour por el centro de Santiago.
Praza de Entrepraciñas
La Plaza «Entreplacitas» es una plaza del centro de Santiago rodeada de casas de piedra, estando presidida por una estatua de Alfonso II «el Casto«, que fue rey de Asturias y tuvo gran relevancia para esta ciudad, ya que fue quien ordenó la construcción del primer templo que acogió a Santiago.
Seguimos callejeando un poco más, hicimos alguna compra y nos dirigimos de nuevo hacia la Catedral, encontrando mucho movimiento, mezcla de turistas, peregrinos y estudiantes. Aquí una foto del momento.
Pórtico da Gloria
A media tarde habíamos reservado una visita para ver el Pórtico da Gloria en la Catedral de Santiago. Esta visita cuesta 12€ pero si presentas tu acreditación de peregrino el precio se reduce a 10€.
El truco está en que si eres espabilado y cuadras tu viaje con una de las fechas de visitas gratuitas, esto mismo te sale por 0€, como fue nuestro caso. Suponemos que esta visita que hicimos fue una adaptación de la visita de pago, pero a nosotros nos gustó.
Misa en la Catedral de Santiago
Al finalizar la visita, ya que estábamos dentro y la misa iba a comenzar, le preguntamos al vigilante si podíamos pasar hacia las sillas o si teníamos que salir y volver a entrar en la Catedral. Nos vio con interés y fue buena persona, levantando la cuerda para que pudiéramos pasar a lo que es la nave central de la Catedral.
Interior de la Catedral
Como aún quedaba tiempo para la misa nos dimos un paseo por el interior de la Catedral. Pudimos ver todo y tomar algunas fotos de las zonas más representativas. Como hemos dicho anteriormente, cada rincón de la Catedral tiene una historia, si contáramos todo aquí sería interminable, así que vamos a pasar a la parte gráfica.
Altar y botafumeiro
Una de las cosas que merece un apartado en exclusiva es el famoso botafumeiro, que se sostenía sobre el altar de la Catedral. Era un punto en el que había que hacerse hueco para tomar alguna foto, la fama es lo que tiene.
Tumba del Apóstol
Por último, pasamos a ver la tumba del Apóstol Santiago, aunque de lejos, ya que no se podía acceder. Al menos nos dio para sacar una foto y marcarlo como visto.
Al acabar la misa salimos a la calle y ya el sol se estaba escondiendo, dejando una bonita escena de la Catedral. Íbamos a aprovechar para dar un último paseo antes de buscar un sitio para cenar, ya quedaba poco turismo que hacer y el hambre comenzaba a asomar.
Igrexa de Santa María Salomé
En nuestros últimos pasos como turistas ese día pasamos por delante de la Iglesia de Santa María Salomé, única de España dedicada a la madre del Apóstol. Su construcción comenzó en el siglo XII aunque de esa época solo le queda la portada, el resto fue añadiéndose en siglos posteriores.
Plaza de Cervantes
Estuvimos viendo tiendecitas por el entorno de la Plaza de Cervantes, uno de los lugares más populares del casco antiguo de Santiago. Es perfecto para perderse un rato, comprar algún recuerdo o tomarse algo en sus bares.
Dónde cenar en Santiago de Compostela
Para cenar en Santiago fuimos un poco menos planificadores y lo dejamos al azar, con idea de entrar en algún sitio para ver qué tal sin ver reseñas ni historias, a la vieja usanza.
La improvisación lo que tiene es que no encuentres sitio, y eso nos pasó, porque hacía buen día y todo el mundo quería estar en la calle. Sin saber ni como, llegamos a una pequeña puerta que ponía «Bar O 46» en la que había un taburete bloqueando el paso con un cartel que ponía «Completo«.
El bar era un pasillo largo hacia el fondo, con mesas a la derecha, un pasillito central y una barra a la izquierda. Todas las mesas llenas y la gente con cara de satisfacción. Estaba claro que si el destino te lleva a un sitio así, debes ponerte a hacer cola en la puerta. Hasta que toque.
Cuando llegó el turno, entramos y nos sentamos en una mesa. Pedimos vino ribeiro del bueno, del que te traen en una jarra de cerámica sin etiqueta ni historias. Pedimos para comer varias cositas: Oreja, pulpo, pimientos de Padrón, lacón y chorizos al vino. A explotar de nuevo.
Estaba todo muy bueno y además el sitio tiene el plus de que es superpintoresco. De hecho, un señor con el que entablamos conversación nos contó que él había estudiado en Santiago en 1976, y que esa noche había vuelto a este bar a cenar y estaba exactamente igual que hacía casi 50 años. Más auténtico imposible. Aquí ponemos el resto de cositas que comimos.
Plaza del Obradoiro de noche
Para hacer un poco la digestión nos dimos una vuelta por el centro de Santiago hasta finalizar en la Plaza del Obradoiro, que por la noche lucía bien iluminada la Catedral, digno de ver.
En los soportales frente a la Catedral nos encontramos con la tuna que estaba cantando y reunía a su alrededor a muchísima gente. Nos unimos a la música un buen rato hasta que el cansancio del día nos empezó a pesar.
La sombra del peregrino
Antes de recogernos fuimos a ver la famosa sombra del peregrino. Esto es una sombra que hace un pilar al darle la iluminación nocturna, pero hay varias teorías y leyendas románticas que crean una historia alrededor de esta figura. Te recomendamos este artículo para conocer sus leyendas.
Desayunar en Santiago de Compostela
Al día siguiente, para desayunar en Santiago elegimos un bar llamado Dolche Café. Allí nos pedimos, por un lado un café y zumo de naranja con tostada de queso y mermelada, y por otro un café con una tostada de aceite y tomate. Nos pusieron de cortesía un poco de bollería y un chupito de zumo. Todo por 7,90€.
Antiguo cementerio en el Parque de San Domingos de Bonaval
Aprovechando que era temprano y que había pocos turistas por las calles, nos dirigimos al Parque de San Domingos de Bonaval para pasear y disfrutar de su tranquilidad.
Se encuentra detrás del Museo del Pueblo Gallego. Es un sitio sombrío, sobre unos terrenos que fueron un hospital y capilla en honor a San Roque. Como restos de ese pasado aún conserva el antiguo cementerio del convento de los dominicos al que pertenecía.
Mercado Municipal
Fuimos también a dar un paseo por el Mercado Municipal de Santiago, viendo sus tiendas y comercios, sobre todo los destinados a turistas en los que podías encontrar los productos típicos a buen precio. Allí compramos unas cuantas cosas, entre ellas, vino gallego.
Las Dos Marías
Seguimos nuestro recorrido hacia el Parque de la Alameda para visitar una escultura de dos hermanas, «las dos Marías», que forman parte de la historia moderna de Santiago de Compostela, que recomendamos leer aquí.
En resumen, se trata de dos hermanas que daban diariamente en hora punta un paseo por el centro de Santiago, vestidas de una forma muy particular como se puede ver en las estatuas. Si se tiene curiosidad, se pueden encontrar por internet fotos reales de ellas.
Fuente de Franco de Siena
Como último lugar para reseñar en Santiago antes de irnos, pasamos por la conocida como Fuente de Franco de Siena, en la que cuenta la leyenda que se detuvieron a beber los bueyes que transportaban el cuerpo de Santiago.
Recibe su nombre debido a que, según cuentan, San Franco de Siena en el siglo XVIII recuperó la vista tras beber de su agua. Actualmente no tiene agua pero cuando la tenía se le atribuían propiedades curativas, sobre todo para la vista.
Próxima parada: Oporto
Y hasta aquí llegó nuestro Camino de Santiago, nos encantó la experiencia y seguro que la repetiremos en algún momento. Si has llegado hasta aquí buscando información sobre el Camino de Santiago más que sobre echar el día en Santiago, te recomendamos ver este artículo en el que contamos TODO SOBRE EL CAMINO DE SANTIAGO FRANCÉS.