Nuestro viaje a la Isla de Gozo, en Malta, comenzó en la terminal de Ferry de Cirkewwa, en la Isla de Malta. Este fin de semana se engloba dentro de una escapada de una semana de duración recorriendo varios puntos de este país que se sitúa en mitad del Mar Mediterráneo, bajo la isla de Sicilia.
Cómo llegar
Para llegar a la Isla de Gozo cogimos un ferry que tras 20 minutos nos llevaría hasta la terminal de Ferry de Gozo. Como era cerca del mediodía compramos en la tienda del puerto de Cirkewwa un par de bocadillos, ambos muy buenos para ser comida para llevar.
Uno era de chicken and bacon y otro de chicken and parma, que venía con bresaola y rúcula. Esto con dos Fuzetea, de limón y melocotón, nos costó 10,90€. Mereció la pena.
Volviendo al ferry, como dato curioso, el trayecto de ida no lo pagas, sino que a la vuelta pagas los dos trayectos, de modo que no se forman colas para ir hacia Gozo.
¿Y nadie se escaquea de pagarlo? En principio paga todo el mundo, ya que es la única opción de salir de la isla a no ser que tengas un yate o un helicoptero como alternativa.
Cómo llegar a Victoria
Una vez en Gozo, en la misma terminal de ferry cogimos el autobús hacia la ciudad de Victoria, que se podría considerar el centro de la Isla.
Ahí teníamos dos opciones, la línea 301 o la 323, que en 25 minutos te dejaban en el centro. Estos autobuses ya son de los modernos, nada que ver con las antiguas tartanas amarillas llenas de encanto que recorrían las islas de Malta hace unos años. De esos antiguos ya sólo queda el recuerdo y alguno que otro destinado a publicidad.
Alojamiento en la Isla de Gozo
Llegamos a Victoria, que es donde teníamos el alojamiento, y a 5 minutos andando estaba el apartamento que habíamos reservado para dos días. Su nombre, apartamento Forty Three.
Su situación es buena, cerca de donde paran los autobuses dando a una calle muy comercial que está pegada al centro de Victoria. Nos salieron dos noches por 59,60€ incluyendo la tasa municipal de turismo (o el nombre que le den allí).
El apartamento era básico, con lo necesario para pasar un par de días, buenas ventanas que insonorizaban el jaleo de la calle para poder dormir bien y camas reguleras que lo compensaban, no todo iba a ser perfecto.
La limpieza relajada, sin estar las cosas sucias pero con matices en plan alguna telaraña, algún rincón sin barrer, las sábanas con alguna rotura, etc. Pero nada alarmante.
Te recuerdo que si quieres ahorrarte un 10% en tu reserva en Booking puedes acceder al descuento a través de este enlace. En el caso de este viaje el ahorro ha sido de 6€, que da para una buena merienda que ya verás unas líneas más abajo. Todo suma.
Ciudadela de Victoria
Lo primero que visitamos en la Isla de Gozo fue la Ciudadela, integrada con el centro y situada en lo más alto de Victoria.
Al atravesar su puerta principal lo primero que encontramos fue la Catedral de la Asunción, construida a finales del siglo XVII sobre un antiguo templo dedicado a la diosa Juno.
Aunque no entramos en ella porque en ese momento se estaba celebrando un funeral, hemos leído que a pesar de tener el techo plano está pintado de una forma que parece que es un domo por el efecto de profundidad que da la pintura.
Comenzamos a perdernos sin rumbo a través de las estrechas callejuelas de la Ciudadela hasta ir a parar a la zona de las murallas. Allí había restos de antiguas construcciones y algún que otro edificio moderno.
No era muy tarde pero como en Malta anochece pronto en noviembre el sol ya se estaba ocultando sin llegar a ser de noche por lo que pudimos disfrutar de unas buenas vistas de la ciudad de Victoria desde lo más alto de sus murallas.
Volvimos al apartamento tras dar un paseo y ver que apenas había opciones de desayuno para el día siguiente, así que hicimos una parada previa en un supermercado llamado Greens.
Allí cómpramos lo básico para desayunar incluyendo unos bocadillos en pan maltés que al día siguiente comprobamos que estaban buenísimos. Su precio está entre 2,50€ y 3€ y los hacen en el mismo día.
Comer en Victoria
Callejeamos un poco por Victoria viendo opciones para la cena. Estaba todo un poco solo, quizás por no ser temporada alta. En nuestro caso mejor para poder disfrutar más del encanto de Victoria.
El sitio elegido para cenar fue el Cafe Diaz, un bar del centro en el que nos tomamos la típica cerveza de Malta, llamada Cisk, y un plato para compartir llamado Special Local One que salía por 15,50€.
El plato traía cosas típicas de Malta entre las que podríamos destacar las alcaparras, el queso de cabra, unas judías blancas grandes, la salchicha típica maltesa, rúcula, aceitunas, una crema de untar llamada «bigilla» hecha con unas judías grandes que en Malta se llaman ful tal-Ġirba. Además de eso, otras dos salsas de tomate y unos crackers para untarlas.
El total de la cena con las bebidas fue de 20€, un precio bueno con el que tuvimos un primer contacto con la gastronomía de Malta.
Café y dulces en Gozo
Tras la cena seguimos dando un paseo y de vuelta a la casa nos tomamos el postre en una cafetería llamada HOG. Consistió en dos cafés y un pudin de pan, todo por 5,50€. Buenísimo el pudin.
Qué ver en la Isla de Gozo
Aprovechando que en Malta amanece muy temprano, al día siguiente madrugamos mucho porque queríamos ir a conocer los lugares más típicos de la Isla de Gozo.
El Transporte en Malta
Para movernos sin tener que pagar 1,50€ por cada trayecto y persona nos compramos en la librería Bookworm, que estaba frente al apartamento, una tarjeta de transporte llamada Tallinja Card Explore unlimited Travel 7 days, que cuesta 21€ por persona.
Con esta tarjeta de transporte puedes coger todos los autobuses de la Isla de Gozo y de la Isla de Malta sin ningún límite de veces durante 7 días. Al principio parece que no va a cundir pero haciendo 14 viajes ya está amortizada y eso en Malta se hace en un momento.
Santuario de Nuestra Señora de Ta’ Pinu
La primera parada de la ruta por la Isla de Gozo que nos habíamos planteado era el Santuario de Nuestra Señora de Ta’ Pinu. Se trata de una basílica en mitad de un campo que fue construida a principios del siglo XX en torno a una capilla que aún perdura integrada en la iglesia grande.
El motivo de hacer esto se debió a que una mujer llamada Karmn Grima oyó la voz de la virgen en la capilla original y el lugar se convirtió en centro de peregrinaje, por lo que aumentó su tamaño para poder dar acogida a todas las personas que comenzaron a ir. Además, en el interior se pueden ver testimonios y ofrendas como consecuencia de los numerosos milagros que se le atribuyen.
Para llegar desde Victoria a Ta’ Pinu cogimos la línea 308 en dirección Ghasri y nos bajamos unos 10 o 15 minutos después. Parece cerca, pero andando es un buen tramo.
Hace unos pocos años, no muchos, restauraron el exterior de la iglesia con unos murales que comprenden en el centro una gran plaza frente a la entrada de la iglesia, magnificándola un poco más. Merece la pena pasar unos minutos recorriéndola.
Como el autobús tarda una hora en pasar de vuelta a Victoria, da tiempo a ver la iglesia con tranquilidad y luego sentarse a esperar que venga. También está la posibilidad de recorrer en la colina de Ghammar, que está justo enfrente, el camino en el que se encuentran 14 estatuas que representan el Via Crucis (nosotros no lo hicimos para no perder el autobús, por si se adelantaba).
Lo que queda del Azure Window
El siguiente trayecto fue hacia Dwejra, en el bus 311, para bajarnos en la parada de lo que fue en su día el Azure Window, una de las escenas naturales más populares para los turistas que van a Malta.
Antiguamente, antes de que un temporal se lo llevara por delante, el Azure Window era una formación natural de rocas que dejaba en su centro una especie de ventana a través de la que se veía el mar.
A día de hoy, solo queda en la roca de la que partía una gran muesca que sirve como señal para hacerse una idea desde donde se adentraba hacia el mar.
Pero no solo ver la ubicación del Azure Window es el atractivo de esta parada en la ruta. En el entorno hay varias cosas más que ver como son la Fungus Rock, la Dwejra Tower y el Inland Sea, desde el que puedes coger una barca que te enseña la zona. Vamos a verlos uno a uno.
Fungus Rock
En el lado opuesto a donde antes se veía el Azure Window se puede ver también un islote llamado Fungus Rock (o roca del hongo), también conocido como Roca del General.
En él, según cuenta la leyenda, un general de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén descubrió un tubérculo llamado «Fucus coccineus melitensis» (Hongo de Malta para los amigos) al que se le atribuían, entre otras propiedades, la cura de la disentería y el uso como antihemorrágico.
Se le dio tanto valor a este «hongo» que hasta se montó guardia permanente en la roca para vigilar que nadie se lo llevara sin permiso, pero hoy día se conoce que ninguna de las propiedades era cierta.
Dwejra Tower
También en esa misma dirección se puede ver la Torre Dwejra, construida en 1652 para defender esa parte de la Isla de Gozo. Esta torre defensiva en su día estuvo bien asistida por personal y armamento, teniendo en parte la responsabilidad de cuidar la Fungus Rock.
En 1873 se abandonó y empezó su deterioro hasta que en 1999 el Fondo Fiduciario Nacional de Malta la restauró para que luciera como hoy. Aunque se puede llegar a ella, nosotros por no perder el siguiente autobús la vimos solamente de lejos, de ahí salió la foto.
Inland Sea
Bajando hacia el agua, por la zona a los pies de donde partía el Azure Window, llegamos a un pequeño embarcadero de agua cristalina llamado Inland Sea.
Además de que es bonito, en este embarcadero la gracia está en que por 4€ por persona se puede contratar un paseo en barca que te lleva por el exterior a través de una pequeña abertura en la roca.
Paseo en barca a los pies del Azure Window
Cruzamos hacia el mar abierto desde esta particular playa interior a través de un ojo hecho en la montaña y bordeando la montaña por fuera vimos varias grutas, los acantilados, los corales…
Incluso estuvimos sobre donde se situaba el pie del Azure Window, pero allí mirabas hacia abajo y no se veía nada, solo la muesca en la parte superior de la roca. Así tuvo que ser el temporal para llevárselo por delante…
Según quien manejaba la barca, en el paseo vimos también el Blue Grotto, y tenía razón, era una gruta con el agua azul, pero no hay que confundirse y darlo por visto ya que el famoso Blue Grotto que sale en todos los folletos se encuentra en la isla de Malta.
Cuando ya íbamos de vuelta hacia el embarcadero el amable señor que pilotaba la barca nos dijo que mirásemos una roca que sobresalía para que pudiéramos apreciar una cara de persona desde la posición en la que estábamos. ¿A que se ve perfectamente?
En resumen, es un viajecito en barca que merece la pena hacer. Es poco importe, dura unos 15-20 minutos y se obtienen unas vistas diferentes de la zona. Solo por eso, no hay que dejar pasar la oportunidad si se visita la Isla de Gozo.
Próxima parada: Ġgantija Temples y el Ta’ Kola Windmill
Cogimos el bus 311 de vuelta hacia Victoria para coger luego el 307 hacia un pueblito llamado Xaghr. Allí por 9€ por persona accederíamos al centro de interpretación y al recinto de los Templos de Ġgantija (en inglés Ġgantija Temples) y el molino de viento de Ta’ Kola (en inglés Ta’ Kola Windmill).
Ġgantija Temples
Se trata de dos templos anteriores incluso a Stonehenge. Construidos entre el año 3.600 y el 3.200 a.C., están declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Su nombre en maltés significa gigante, ya que los habitantes de la Isla de Gozo daban por hecho que algo de esas dimensiones solo podía haber sido construido por personas de gran tamaño, ya que algunos de los megalitos que componen el templo miden más de 5 metros de altura.
En el centro de interpretación pudimos conocer un poco la historia de este complejo y ver piezas originales y algunas réplicas encontradas en él, cuyos originales están en el museo arqueológico de Gozo. Por su arquitectura y estas piezas los expertos no tienen duda en que era un lugar dedicado al culto.
Ta’ Kola Windmill
Incluida en la misma entrada estaba el molino de viento de Ta’ Kola, construido en 1725 con materiales de poca calidad, teniendo que reforzarse en 1780.
Su nombre proviene del último molinero que lo habitó, que se llamaba josé y era hijo de Nikola (Zeppu ta’ Kola en maltés, ahora todo encaja, porque desde José El Molinero había que echarle inventiva al asunto).
En su día eran muy comunes estos molinos en la Isla de Gozo aunque en nuestro viaje es el único que hemos visto. En la parte baja del molino hay herramientas y enseres que dan una idea de cómo era la vida en esa época, así como las distintas estancias donde hacía vida el molinero en la parte media de la estructura.
Se puede subir hasta la parte más alta del molino, pudiendo ver el mecanismo de funcionamiento y por dónde sale el eje que conecta con las aspas.
Almorzar en Xaghr
Como para ver lo anterior estábamos en la ciudad de Xaghr y ya era la hora de comer, para almorzar fuimos a un bar llamado D’snacks, un bar típico de pueblo reconvertido en una especie de franquicia.
Es el típico bar maltés donde hay cuatro abuelos y algún que otro trabajador tomando una cerveza y comprando comida para llevar. Algo relajado en limpieza y con cierta simpatía a la hora de atender.
En D’snacks pedimos dos hamburguesas de «Gordon Blue», que creemos que se equivocaron al poner la carta y querían poner «Cordon», ya que así es como se le llama finamente en España al San Jacobo, y eso era una hamburguesa de San Jacobo con muchas patatas fritas.
A pesar de la simpleza del plato, estaban bastante buenas y de coste también iban bien. Las dos hamburguesas con dos cervezas Cisk, las típicas de Malta, nos costaron 13€. Un buen precio para almorzar.
Salinas de Qbajjar, cerca de Malsalforn
Seguimos la jornada de turismo cogiendo desde Xaghr la línea 322 hacia Malsalforn (que significa arcoíris en maltés) para ver las salinas de Qbajjar.
El pueblo de Malsalforn es el típico pueblo costero reciclado en lugar turístico. No estaba a tope de gente como estará en verano pero sí que había más gente que en otros sitios.
Estas salinas de las que hablamos datan de la época romana, tienen más de 2000 años, y se llega a ellas tras dar una tranquila caminata por el paseo disfrutando de las vistas de la costa de Gozo.
El mecanismo de funcionamiento es sencillo: la marea llena las salinas, luego al bajar la marea el agua se evapora y se quedan los cristales de sal en forma de una especie de espuma de la que al secarse el sol se obtiene la sal.
Merienda en Victoria
Volvimos a Victoria y nos dimos una vuelta por el centro a modo de despedida, ya que era nuestro último día. Como la hamburguesa de San Jacobo había sido contundente, hicimos una especie de merienda-cena de nuevo en la cafetería HOG.
En este sitio el día anterior nos atendieron muy bien, el café está bueno y además los pasteles son tremendos, sobre todo, e insisto de nuevo en que hay que probarlo, el «bread pudin». Si pasas por allí tienes que probarlo, verás qué rico.
De vuelta a la Isla de Malta
Y se acabo este finde corto en la Isla de Gozo, al día siguiente cogimos temprano el bus 303 hacia la ciudad de Mgarr, que nos dejó una bonita escena de despedida que es la que ilustra la portada de este artículo, al principio.
En esta ciudad es donde está la terminal de Ferry, y fuimos con idea de coger el de las 12:00, que era una hora buena para no madrugar ni perder mucho el día.
El barco en este trayecto cuesta 4,65€ por persona e incluye el viaje de vuelta y el de ida que no pagas antes para no hacer colas en la entrada al barco. Total, no hay otra forma de volver de la Isla de Gozo que no sea esa, así que vas a pasar por caja igualmente.
Tras 20 minutos de travesía ya estábamos de nuevo en la Isla de Malta para conocer ciudades como Mdina, La Valeta o Rabat. Os invitamos a leer qué tal nos fue en ellas en los siguientes artículos que iremos publicando aquí en el blog.
¡Un saludo!
He tenido la suerte de estar en Malta este mes de noviembre y he vuelto encantada de allí, aún así no me dió tiempo visitar Gozo por lo que te agradezco el reportaje hecho que es muy interesante y útil. Pienso volver pronto a Malta y cuento con tus recomendaciónes. Enhorabuena por la Newsletter.
Gracias Ana!! Me alegro que lo encuentres útil, Malta a pesar de ser un país pequeño tiene muchas opciones y lugares para conocer, te recomiendo que vuelvas en verano y visites las otras islas, merece la pena 😉 cuando vuelvas nos cuentas qué tal! Un saludo!