Para esta experiencia de un día en Tetuán partimos desde Chaouen, la anterior parada del viaje por el Norte de Marruecos.
Muy temprano por la mañana fuimos a la parada de taxis compartidos de Chaouen situada en la Plaza Mohammed V. Si seguís de frente desde Boulevard Hassan II, lo encontraréis sin problema.
El precio por persona para ir a Tetuán en este tipo de taxi es de 35dh, pero como era un trayecto muy sinuoso queríamos ir cómodos y pagamos tres plazas para coger los tres asientos centrales. En total 105dh.
Llegada a Tetuán
Y aquí comienza el día en Tetuán. En una hora y media ya habíamos recorrido la distancia entre Chaouen y Tetuán. El taxi compartido nos dejó justo al lado de la Estación de Autobuses de Tetuán.
Desde esta estación es de la que salen la mayoría de autobuses y en la que se concentra el mayor número de taxis compartidos. Tened cuidado porque hay otra estación, la que opera CTM, cuyos autobuses recomendamos porque son más nuevos.
Si vais a coger un autobús y vais a ir a la Estación de Autobús de Tetuán, cuando subáis al taxi y le indiquéis la estación de autobuses decidle la de Mahada o la de taxis compartidos.
Cogimos un taxi que nos llevó hasta la Plaza Primo (de Rivera) aunque su nombre actual es Plaza Muley el Mehdi (que fue el primer Jalifa del Protectorado Español entre 1913 y 1923).
El precio de ese trayecto suele ser de 10dh pero como había muchas obras el taxista tuvo que dar mucha vuelta y pagamos 16dh.
En esta plaza ubicada en el Ensanche Español se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de las Victorias. Fue construida en 1926 por el arquitecto Carlos Óvilo y en ella se ofician servicios de misa para los católicos que viven en Tetuán.
Tetuán fue la capital del Protectorado Español en el Norte de Marruecos desde finales de 1912 hasta casi los años 60. La historia del Protectorado da para escribir un blog entero, ya que es consecuencia de guerras de siglos anteriores en las que estuvieron implicadas varias naciones.
Como resultado de la presencia española se replican en Marruecos muchos temas como la distribución de las calles, edificios, administraciones, etc. De hecho la arquitectura de Tetuán es muy similar a las zonas construidas durante el siglo XX en España.
Al final, como era lógico tras pedirlo toda la sociedad marroquí de la época encabezada por el sultán Mohamed V (abuelo del actual rey de Marruecos), Francia reconoció la independencia de Marruecos y a continuación lo hizo España, poniendo fin al Protectorado.
Aunque no está centrado en el tema del Protectorado, en este vídeo se trata de una forma muy dinámica un poco de la historia de los enfrentamientos previos entre España y Marruecos en la zona. Y en este otro vídeo, más serio, a partir del minuto 39 se habla también un poco del Protectorado.
Desayunar bien en Tetuán
Como no habíamos desayunado en Chaouen para salir pronto y aprovechar el día en Tetuán, nos fuimos directos al Café Ocho Ríos, en el Ensanche Español, para dar buena cuenta de una harcha con huevo, queso y mortadela por 9dh, un msem’men con quesito por 7dh y dos batidos de aguacate por 15dh cada uno. Un desayuno de campeones por 46dh.
Apenas eran las 10 de la mañana, había poca gente por las calles y el check in en el riad lo teníamos a las 12:00. Aún así, como teníamos ganas de empezar a vivir un día en Tetuán, decidimos ir a probar suerte a ver si nos recibían y nos dejaban al menos guardar las maletas.
De este modo podríamos irnos a recorrer las calles y estirar al máximo el día en Tetuán aprovechando que no tenían mucho ajetreo al ser temprano, ya que más tarde con la actividad comercial es más complicado moverse por allí, tomar fotos, etc.
Fuimos dando un tranquilo paseo hasta la medina, que es donde estaba ubicado el riad, pasando por la Plaza Hassan II, en la que está el antiguo Palacio del Jalifa que en la actualidad es el Palacio Real.
Esta plaza antiguamente era la Plaza del Feddan y en época del Protectorado era la Plaza de España. ¿Y qué es un Feddan? Según he podido saber es el área que un buey puede labrar en un tiempo determinado. Algo así como llamarlo la plaza de la hectárea o de otra medida. La verdad es que antes de saber el significado me resultaba más exótico el nombre.
Quizás no he dado con el significado más apropiado y me estoy equivocando de lleno así que si alguien lo sabe con exactitud le agradecería que lo comentara al final del artículo (¡Gracias!).
Recomiendo leer este artículo sobre la historia de la Plaza del Feddan de Tetuán, muy completo, y perfecto para situarnos en el contexto histórico en el que se estableció, sus usos a lo largo de los años, etc.
Dónde alojarse en Tetuán
Entramos a la medina de Tetuán por la puerta que da al Palacio Real, encaminados en esta ocasión al Riad La Perla, Casa Hasan, no sin antes encontrarnos con Abdesalam, uno de los numerosos «guías» que ya conocemos de viajes anteriores y que pueblan las calles de Tetuán.
Estos guías no oficiales os ofrecerán guiaros, llevaros las maletas, llevaros al riad, mostraros un sitio para comer, venderos alfombras, cremas, aceite de argán, y ya cuando no quieres nada, chocolat
Tras charlar un rato con Abdesalam entramos en el riad, en el que Hasan, el propietario, nos recibe personalmente. Se trata de un hombre mayor, un personaje auténtico y genuino, que nos ofreció tomar un té al calor de una estufa de gas mientras terminaban de arreglar la habitación.
Accedimos encantados y él nos acompañó mientras tanto contándonos batallitas de cuando era comerciante de telas y viajaba por toda España.
Entre otras nos contó cuando fue a Sevilla a vender telas y coincidió con la Feria, estando todos los hoteles agotados y teniendo que alquilar una casa. Al más puro estilo de la época actual con los Air bnb y similares.
Unas grandes historias que escuchamos mientras disfrutábamos de nuestro té con bizcocho calentitos en el sofá del patio del riad.
Al rato, nos dijo que podíamos subir y la chica que estaba limpiando nos dijo que había hecho dos habitaciones y que eligiéramos la que más nos gustara.
Las dos eran muy bonitas y olían a buena limpieza, pero nos decantamos por una que era preciosa y tenía un pequeño salón al más puro estilo marroquí.
Nada más que por la atención recibida ya tenían nuestro 10, pero lo que es la habitación y la comodidad de la cama ayuda muchísimo. Todo por 30€ y con desayuno espectacular que veréis más adelante.
Y ahora sí, ya salimos a la calle y empezamos nuestra escapada de un día en Tetuán.
Qué hacer en un día en Tetuán
Dejamos el equipaje y salimos a recorrer la medina de Tetuán, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en diciembre de 1997.
Para orientarnos un poco, digamos que está la medina «menos turística» y la medina «más turística». Vamos a intentar explicarnos, pero seguro que los que habéis estado en Tetuán ya lo entendéis.
La medina «menos turística»
Pero también con su encanto, es la más alejada del Palacio Real, menos cuidada, más sucia, en la que se venden pescados prácticamente en el suelo, verduras, mezcladas con móviles o zapatos usados.
Si vas en verano la mezcla de olores no resulta muy agradable. Repetimos: tiene su encanto, sus locales típicos, sus gentes… pero es cierto que está menos aseada.
La medina «más turística»
Es la que rodea directamente al Palacio Real, lo notarás a medida que te vayas adentrando por sus calles y alejándote de este.
Estas primeras calles de acceso y alrededores del Palacio están repletas de joyerías, tiendas de bolsos y mochilas, de chilabas, cosméticos, alfombras, complementos…
Una locura en la que puedes pasar horas mirando y regateando. Esta zona, sin duda, la notarás más limpia que cuando te vayas adentrando y llegues a la «otra medina».
Perderse por la medina de Tetuán
Nosotros hemos pasado horas recorriendo la medina, algunas veces perdidos, otras a sabiendas de dónde estábamos, y os recomendamos que si vais un día a Tetuán probéis a ir por todas las calles que os encontréis a vuestro paso.
Seguramente haciendo esto deis con rincones que pasan desapercibidos y encontraréis lugares en los que podréis tomar unas grandes fotos que harán que merezca la pena.
El tiempo entre costuras
Saliendo de la medina, muy cerca del Palacio Real, encontramos el riad El Reducto, famoso por ser donde se alojó el equipo de «El tiempo entre costuras» durante el rodaje de la serie.
Entramos para tomar un té de media mañana y aprovechar para tomarnos unas fotos. No es que fuera un objetivo de nuestro día en Tetuán pero es uno de esos lugares en los que echar un ratito y llevarte el típico recuerdo.
Estuvimos viendo la carta mientras tomábamos el té y también se pueden tomar almuerzos allí, pero a precios prácticamente como si estuvieras en España.
El Ensanche de Tetuán
Nos salimos de la medina y nos dirigimos a dar un paseo por el Ensanche para buscar una oficina que nos cambiara euros por dirhams. Finalmente hicimos el cambio en un banco en la Plaza Primo.
Realmente en muchos sitios de Tetuán puedes pagar en euros, pero normalmente suben un poco el precio de las cosas redondeando muy al alza. Lo más seguro para que no te hagan el truco del turista es que cambies y lleves dirhams.
Por cierto, hablando de seguros, este viaje lo hicimos con un seguro de viajes de IATI, que aunque no estábamos muy lejos de España siempre es bueno ir asegurado por si pasa cualquier cosa poder tener un respaldo rápido y decente para solucionarlo, sobre todo en temas de salud.
Incluso te cubren si pierdes el transporte por retrasos o similares. Si queréis más información podéis verlo al detalle en el enlace, hay varias modalidades según las necesidades de cada uno. Además, si vais de nuestra parte a través de este enlace os hacen un 5% de descuento.
Almorzar en Tetuán
Como ya nos estaba dando hambrecilla buscamos un sitio por allí para comer y encontramos un bar llamado Birjiss, que ofrece kebabs y platos típicos marroquíes. De hecho el mejor cous cous de todo el viaje lo tomamos aquí.
El muchacho que atendía las mesas nos recibió con una sonrisa y nos invitó a tomar asiento en el local. Pedimos para almorzar dos shawarma con patatas, una botella de agua grande y un cous cous de carne con ciruela.
Como se ve en la foto, el plato de cous cous era enorme, como para 4 personas, una barbaridad de comida que además de venir en cantidad estaba riquísima.
El total de la cuenta fue de 95dh, muy barato teniendo en cuenta la cantidad. Se podría decir que hubiéramos almorzado bien solo con el cous cous, pero quién iba a saber que servían tanto. Un lugar que te recomendamos sin duda si vas un día a Tetuán, por la atención, por la comida y por el buen precio.
Empezamos a dar un paseo por el Ensanche, viendo calles y tiendas sin ningún rumbo establecido, solo para que nuestros cuerpos asumieran la gran cantidad de comida que nos habíamos metido entre pecho y espalda.
La Kasbah o Alcazaba de Tetuán
Para evitar que nos entrara el sueño, nos encaminamos rápidamente hacia la Kasbah de Tetuán que está en lo más alto de la ciudad.
Empezamos a andar en plan valiente cuesta arriba pensando que en poco tiempo habríamos llegado a la Alcazaba, pero al momento nos dimos cuenta que estaba lejos y que además empezaba a chispear.
Cogimos un taxi que por 7dh nos llevó hasta arriba para darnos cuenta al llegar que aquello no tenía pinta de turístico. Más bien de abandono total.
Nos adentramos un poco por la puerta de rejas que estaba algo abierta y nos salió un hombre al paso explicándonos que aquello es de uso militar y que no se puede acceder.
Ya que estábamos allí aprovechamos para tomar unas fotos rápidas antes de que empezase a llover fuerte, porque estaba todo nublado y soplaba un viento que aquello parecía Tarifa.
Al menos con el camino hacía allí habíamos quemado un poquito de la comida y habremos servido como exploradores para quienes lean esto y vayan un día a Tetuán pensando subir para visitar la Kasbah.
Té en la Plaza del Feddan
Para bajar de la alcazaba cogimos otro taxi que por 10dh nos dejó en la Plaza del Feddan, y allí fuimos al Café Granada, desde el que se disfruta de unas magníficas vistas de la plaza y la Alcazaba mientras te tomas tu té.
Nosotros pedimos té y café, los cuáles nos sirvieron con unas botellitas pequeñas de agua. Todo por un precio de 24dh, adecuado para el sitio.
Si vas un día a Tetuán este es un lugar tranquilo que te recomendamos, cerca de la medina pero lejos de su ajetreo. Aunque suele haber gente sin llegar a la saturación, en esta ocasión tuvimos suerte y apenas había mesas ocupadas. El sitio está cuidado y se ve todo muy nuevo.
Tiene unas buenas vistas hacia la plaza y la Alcazaba. En ese momento la plaza estaba vacía porque empezaba a caer la noche y estaba chispeando sin parar, pero en verano suele estar más lleno tanto la plaza como el Café Granada, que por detrás tiene una terraza con césped muy chula.
Como empezaba a llover y necesitábamos descansar un poquito nos fuimos al riad. Allí nos tumbamos calentitos en los sofás de nuestro salón marroquí y nos amuermamos un poco mientras pasaba la lluvia.
Merendar en el Ensanche de Tetuán
Más tarde y tras tomar una ducha y arreglarnos, salimos a pasear pasando por la zona del Palacio Real y las calles más abiertas. Queríamos apurar el día en Tetuán.
Fuimos hacia la zona del Ensanche, que estaba lleno de gente. Todas las calles rebosaban de gente que iban de un sitio a otro haciendo sus cosas.
Tanta gente había que de hecho buscamos una pastelería para tomar té con dulces árabes pero en ninguna había sitio, todo lleno.
Llama la atención que por lo general en unos bares solo hay hombres sentados y en otros hay mujeres y niños. También hay otros que son más modernitos en los que están los jóvenes todos juntos.
Tras mucho buscar dimos a parar a una cremería llamada Cafe Cremerie Maimoun. Allí pedimos té y batido de aguacate, tarta de limón y tarta de nueces. Esto fue 56dh. Fuimos un poco ansiosos, y con esto ya no nos iba a quedar sitio para la cena.
Fast food marroquí para cenar
Pero siempre hay hueco y de vuelta al riad paramos a por un taco para llevar, una especie de kebab pero solo relleno de pollo en salsa sin verdura y sin nada, y prensado al grill formando un paquete de medio kilo de peso. Pues de esto dos unidades, para reventar.
El invento estaba riquísimo, la verdad, y no era caro. Se nos pasó apuntar el precio pero fue muy barato y además estaba bueno. Lástima que no tomamos fotos de esto :/
Dimos un paseo de vuelta por la plaza Hassan II que en ese momento aún estaba rebosante de gente que iba de un lado para otro bordeando las vallas que protegen el Palacio Real.
Esta foto es de cuando salimos, que se iba apagando el día en Tetuán y empezaba a anochecer, pero sirve para hacerse una idea del ajetreo que hay por la zona. Y eso que hacía mal tiempo, cualquier día en Tetuán en el que respeta el clima es que casi no se puede andar por las calles.
Desayunar en el riad La Perla de Tetuán
Un día en Tetuán tan intenso hizo que cayéramos como benditos en la cama. Nos echamos a dormir con la barriga más que llena y a la mañana siguiente… un desayuno de campeones en el riad La Perla.
El desayuno nos lo sirvieron en la puerta del riad de nuestra habitación, en unas mesas que tenía preparadas para eso en la zona común, una especie de patio en la primera planta. Ahí nos dimos cuenta que cada habitación tiene una mesa destinada a este fin.
Nos trajeron té, zumo de naranja natural, pan de harcha, pan de barra, pan árabe, msem’men, miel, mermelada, mantequilla, queso y aceitunas. Vaya, para estar comidos todo el día. Un desayuno espectacular.
Con este desayuno pueden salir bien servidas unas 3 o 4 personas, lástima que tuvimos que dejar algunas cosas por falta de estómago porque estaba todo riquísimo. Si volvemos a pasar algún día en Tetuán es muy posible que volvamos a elegir este alojamiento.
Tras este homenaje, nos despedimos muy agradecidos de Hasan y cogimos un taxi por 11dh que nos acercó a la estación de taxis compartidos, ya que nuestra próxima parada en este viaje por Marruecos era Assilah, un pueblo de costa con mucho encanto. Con esto pusimos fin a la escapada de un día en Tetuán.
¡Un saludo!
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