Si buscas un plan cultural diferente en la provincia de Huelva, visitar las casas de Juan Ramón Jiménez en Moguer puede ser el adecuado para completar una buena jornada turística.
Se trata de tres casas, la Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez, la Casa Natal de Juan Ramón Jiménez y la Finca Fuentepiña, en las afueras de Moguer.
Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez
En primer lugar nos dirigimos a la Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez, situada en el número 10 de la calle Juan Ramón Jiménez.
El precio de la entrada es de 3.50€ y hay establecidos una serie de turnos de visita. Tras esperar un poco a que llegase el próximo turno, la persona que nos recibió nos vendió la entrada y nos puso un vídeo introductorio sobre la vida de Juan Ramón Jiménez y su mujer, Zenobia.
A continuación, nos hizo una pequeña introducción de la vida de ambos antes de visitar la casa, que es donde vivió desde los 5 años con su familia, y nos explicó el uso y contenido de cada estancia.
Muchos de los objetos que se pueden ver expuestos son los que tenía el matrimonio en su residencia madrileña cuando se exiliaron por culpa del golpe de estado, ya que tras ver lo que pasó con Federico García Lorca no querían arriesgarse a tener el mismo fin.
Esta casa museo es el fruto de la puesta en práctica de un proyecto que gestionaron en vida Zenobia y Juan Ramón Jiménez desde su exilio a través de uno de los sobrinos de Juan Ramón.
En las distintas salas podemos ver multitud de objetos, pero de especial mención es el telegrama que recibió el autor cuando residía en Puerto Rico, anunciándole la concesión del Premio Nobel de Literatura.
Es una casa típicamente andaluza, en la que las habitaciones están dispuestas alrededor del patio central. Todo el recorrido está salpicado de referencias a «Platero y yo», desde la primera edición del libro, hasta los cuadros que decoran las paredes.
Es un lugar que te da una visión general de cómo fue la infancia, adolescencia y vida adulta de Juan Ramón hasta conocer a Zenobia, que se convertiría en el pilar más sólido de su vida hasta que ésta falleciera.
Casa Natal de Juan Ramón Jiménez
Tras la visita a la Casa Museo de Zenobia y Juan Ramón nos dirigimos hacia la segunda casa que visitaríamos en esta escapada a Moguer. Se trata de la Casa Natal de Juan Ramón Jiménez.
La visita en este caso es gratuita y, según nos contó la persona que nos recibió, esta casa estaba muy cerca del puerto de Moguer, por lo que era sitio de muchas peleas entre marineros, propiciando el traslado de la familia a la casa que habíamos visitado con anterioridad.
La familia bodeguera de Juan Ramón
El motivo de vivir en esta casa proxima al puerto era porque la familia de Juan Ramón tenía viñedos y se dedicaba a la producción, comercialización y transporte de vinos de la tierra.
Para su transporte tenía un barco y desde el torreón de la casa se podía divisar cuándo partía y llegaba al Puerto de Moguer, pudiendo disponer toda la logística rápidamente. Subimos a ese torreón y las vistas que se obtienen son estas:
En esta vivienda, hay una sala dedicada por completo al vino en la que el visitante puede hacerse una idea aproximada del volumen e importancia que tenía el mercado del vino en la zona.
¿Existió el burro Platero?
Por supuesto Platero tiene su representación en esta casa, pues según explicó Juan Ramón, Platero no existió como un burro concreto, sino que fueron muchos «burros plateros» los que pasaron por su vida, y con ese recuerdo de todos, él creó al entrañable personaje de sus libros.
Como se puede ver en la siguiente foto, la obra Platero y yo se tradujo a una infinidad de idiomas, más de 100 según pudimos saber.
El exilio de Juan Ramón y Zenobia
También hay un espacio dedicado al exilio de Juan Ramón Jiménez y Zenobia, en el que a través de una serie de paneles explicativos se expone cómo fue la situación que forzó la salida del matrimonio de España.
En otra de las salas pudimos ver numerosos objetos decorativos de la época, conservados en perfecto estado, dispuestos de forma que se pueda entender un poco cómo era la vida en aquellos momentos.
Dónde comer en Moguer
Salimos de la casa natal de Juan Ramón Jiménez y fuimos a la búsqueda de un lugar que recomendaban para comer, la Bodega Los Raposo.
Cuando llegamos había cambiado de nombre, ahora era La Esencia, pero conservaba perfectamente «la esencia» de la antigua Bodega Los Raposo. En breve publicaremos el artículo del almuerzo allí, que merece uno aparte de lo bien que comimos.
Finca Fuentepiña
Tras el almuerzo, teníamos curiosidad de ver la casa en la que supuestamente está enterrado Platero (aunque hemos visto que hubo muchos «burritos plateros» en la vida de Juan Ramón Jiménez) y nos acercamos a pesar del calor que ese día hacía por la zona.
Se trata de la Finca Fuentepiña, donde Juan Ramón escribió 32 de sus obras. Habíamos visto en las noticias que la casa estaba okupada, así que dimos un vistazo rápido porque no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar.
Estaba todo cerrado, con alguna ventana rota y un cuarto de baño abierto en la parte trasera, aunque no parece que hubiese nadie dentro ni que se usase ese baño desde bastante tiempo atrás como daban a entender las telarañas.
Hacía mucho calor y el camino hacia la finca había tenido su gracia porque no era largo, se hace en dos minutos desde el parking de un restaurante cercano.
Como despedida del lugar, bajo la sombra de uno de los árboles que rodean la casa, nos quedamos con la imagen que se tiene a lo lejos del pueblo de Moguer.
Panteón de Zenobia y Juan Ramón
Aún hay un lugar más para visitar, el panteón de Zenobia y Juan Ramón, pero eso lo dejamos para la próxima visita a la zona, ya que queríamos llegar a tiempo para nuestra siguiente parada: el Monasterio de La Rábida.
Próximamente actualizaremos este artículo con el Panteón y con eso lo daremos por completado.
¡Un saludo!
One Comment on “Museos: Visita a las casas de Juan Ramón Jiménez”