Una mañana de trabajo en Córdoba acabé desayunando en el Bar Lambretta, ubicado en la plaza San Nicolás. Su nombre ya indica que está un poco enfocado a la famosa moto italiana competidora de las Vespa.

El Bar Lambretta está a pocos minutos andando de la zona de la Mezquita, a medio camino desde la estación de tren, justo lo que estaba buscando para desayunar.

Bar Lambretta, para desayunar cerca de la Mezquita de Córdoba

Cuando llegué serían las 9:30 de un martes de agosto, que aunque no estaba vacío tampoco había demasiada gente (ni en la calle andando tampoco). Lo que me hizo decidirme fue el buen aspecto que se veía desde fuera y un cartel en el que ponían en valor sus medias tostadas para captar clientela.

Como de costumbre, pedí una entera de jamón york, tomate y aceite, fallo mío al no haber visto el tamaño de las tostadas antes de pedir, con una media habría estado más que desayunado. Esto acompañado de un zumo de naranja, que como se ve, venía espumoso como consecuencia de la máquina donde lo hacen. Para mi gusto el zumo estaría mejor sin espuma y fresquito, pero no estaba mal de sabor.

En cuanto al trato, me atendieron estupendamente, y cuando llegó el desayuno que es el que aparece en la portada del artículo vi que me había pasado con la entera. Cada media te trae su porción de tomate y jamón (aunque pedí york, pero daba igual) pero yo lo que quería era hacerme una única tostada y más de un cuenco de jamón picado no cabía así que devolví el otro.

Pedirse una entera es demasiado, con un desayuno así tienes fuerza hasta las 6 de la tarde. También esto afecta al precio, que en total fueron 5€, elevado para un desayuno pero equilibrado con la cantidad de todo que trae. Si solo hubiese pedido media habrían sido 3,50€, que sí está en lo habitual.

¿Conclusión? Recomiendo el Bar Lambretta para desayunar en Córdoba. Pero la media, que a no ser que tengas muchísima hambre la entera te vendría larga.

¡Un saludo!