A finales de junio teníamos una boda en el pueblo sevillano de Peñaflor y viendo cómo aprovechar el desplazamiento nos planteamos hacer una escapada de desconexión por la zona en plan casa rural y piscina.
Viendo opciones de alojamiento cerca de Peñaflor vimos que podíamos optar entre un hotel tradicional o el Apartahotel Las Palomas, a los pies del embalse de José Torán, situado entre las localidades de Lora del Río y La Puebla de los Infantes.
Finalmente reservamos en el apartahotel la noche del sábado por 50€, incluyendo el alojamiento, piscina y aparcamiento. Esto lo hacía el sitio perfecto ya que el fin de semana iba a ser de calor. Además, vestidos de boda eso de tener el coche en la puerta es un plus.
Lo reservamos a través de Booking.com, que aprovechamos el momento para comentar que reservando a través del lugar que ponemos a continuación te devuelven una parte del importe de la reserva, que siempre viene bien para siguientes viajes.
Cómo llegar a la Presa de José Torán desde Sevilla
El lugar está a una hora exacta de Sevilla, primero por autovía y luego desde Carmona en dirección Lora del Río por carretera nacional. Cerca de Lora ya vemos un cartel que indica La Puebla de los Infantes con dos opciones, por campo o por embalse, eligiendo embalse en este caso.
Tras unos 10 minutos por carreteras muy sinuosas en las que no hay que ir rápido atravesamos la presa por encima y continuamos un poco más por curvas entre la montaña hasta ver el lago que forma el embalse.
Alojamiento en Las Palomas
Como hemos dicho, el lugar elegido para el plan de casa rural y piscina fue el Apartahotel Las Palomas, que tiene también un bar en el que mucha gente de pueblos cercanos va a almorzar. Y por supuesto la piscina, a la que también se puede ir a pasar el día si consumes en el bar.
Ya en el sitio, llegamos y aparcamos en el parking de los clientes del bar, y allí nos atendieron para hacer el check in. Aquello está hecho sobre una pequeña montaña, como en terrazas. Abajo está el bar y la piscina, más arriba el parking, subiendo por una escalera se encuentran unas primeras casas rurales y un poco más arriba otras.
La suerte es que puedes dejar el coche casi en la puerta de la casita rural y eso te ahorra subir con las maletas la cuesta que el coche sube con algo de sufrimiento con la primera marcha.
La casita tiene en una misma estancia la habitación, el salón y la cocina, en plan apartamento, y aparte un cuarto con el baño. Como se ve en las fotos es perfecto para una escapada, tiene todo lo que se puede necesitar y está todo limpio. Como única pega un ligero olor a tabaco al entrar que quizás sea por los restillos de ceniza en la chimenea, pero poca cosa.
Bajamos a la piscina y nos dimos un primer baño cuando apenas había gente, luego un refresco a la sombrita y otro baño antes de comer. El plan de casa rural y piscina nos había salido de lujo.
Almuerzo en Venta Las Palomas
Cogimos una mesa en el bar que empezaba a llenarse y empezamos a ver qué comer, eligiendo al final media ración de ensalada mixta, media de croquetas de rabo de toro y una ración de secreto ibérico.
La ensalada estaba bien de tamaño como entrante para dos, las croquetas muy buenas y el secreto ibérico perfecto. Esto con una botella grande de agua y una cerveza nos salió por 20,70€.
Tras el almuerzo un poco de relax en la piscina con vistas al embalse y un heladito para refrescar. El resto de la tarde una minisiesta y a prepararse para la boda, que fue en la Hacienda Adarve, a unos 25 minutos del alojamiento.
Segundo día de casa rural y piscina
Al día siguiente nos levantamos tarde y se nos pasó la hora del desayuno, así que lo que hicimos fue irnos a la piscina, darnos un último baño y luego al bar a probar cosas que el día anterior no pedimos para no reventar.
Pedimos media de chorizo de venado a la brasa, media de carrillada, una tapa de ensaladilla, una tapa de croquetas de carne, y una tapa de gambas rebozadas.
Estaba todo muy bueno y la carrillada espectacular. El chorizo merece la pena probarlo, pero ojo, si luego tienes una reunión importante mejor déjalo para otro día.
Ermita de Nuestra Señora de Setefilla
Por último, antes de volver a Sevilla hicimos una parada en la ermita de Nuestra Señora Setefilla, que se encuentra en la parte alta de una pequeña montaña. Como se puede ver, desde allí se obtienen unas vistas bastante buenas del entorno, merece la pena subir aunque la Ermita estuviese cerrada como fue nuestro caso.
Es un lugar idílico, muy amplio, en el que seguramente se pasan buenas romerías. Esta ermita data del siglo XV, aunque fue reformada en el XVIII. Como se ve en las fotos sus dimensiones son bastante grandes, al menos por el exterior que es lo que vimos. En su interior se encuentra Nuestra Señora de Setefilla.
Su origen está en el antiguo poblado medieval de Setefilla (que viene de Shan-Fila), que posteriormente fue fortaleza en época musulmana. Tenía importancia estratégica pero su abastecimiento era complicado y terminó abandonándose.
Tras la reconquista, fue entregado a la orden de San Juan, la cual levantó un primer templo más pequeño que con el paso de los años fue cambiando debido a reformas y desastres como un huracán en el siglo XVIII.
De vuelta a Sevilla
Como conclusión de esta escapada de casa rural y piscina en Sevilla, este sitio es ideal para ir a pasar un fin de semana tranquilo en mitad de ningún sitio. Te da la posibilidad de hacer senderismo, bañarte en el embalse, comer bien, y sobre todo, desconectar en la piscina con un heladito fresquito.