Tras años pasando por su puerta y con la curiosidad de saber cómo es por dentro, tuvimos la oportunidad de visitar la Real Fábrica de Artillería de Sevilla con motivo de una exposición realizada en su interior cuyo nombre era «Rostros, Rastros, Restos».
Tras atravesar la puerta de su fachada podemos ver una inscripción en la parte interior con las fechas 1565-1634, que indica el periodo en el que la fábrica fue un negocio privado de la familia Morel, ya que a partir de 1634 la fábrica pasa a ser propiedad de la Real Hacienda.
La calle central de la fábrica, a la que se accede desde la portada de la fachada, da entrada a varias dependencias ubicadas en dos naves laterales que a día de hoy se encuentran cerradas al público.
Desde alguna de esas puertas se puede llegar a un segundo patio desde el que se puede acceder a una tercera nave, pero también estaba cortado y no pudimos más que tomar alguna foto desde el vallado. La mejor forma de hacerse una idea general de su disposición es viéndolo desde arriba en Google Maps.
Historia de la Fábrica
La fábrica, que cuenta con más de 450 años de historia, cesó su actividad en 1991 y desde entonces ha estado deteriorándose sin que se le diese ningún uso, pese a ser un edificio de gran valor histórico a nivel nacional e internacional.
Entre otros hitos, de esta fábrica salió «el Giraldillo», que corona la Giralda, así como varias de sus campanas. Además de cañones y munición para dotar de artillería a los territorios españoles en las Américas tras la conquista, y para guerras más actuales como la I Guerra Mundial, la Guerra Civil, y ejércitos de todo el mundo.
En este vídeo podemos ver un resumen del paseo (limitado) que dimos por su interior en el que quedamos asombrados por su magnitud. Quizás en el futuro podamos acceder a más zonas y actualizar este artículo:
El edificio de la Real Fábrica de Artillería de Sevilla
En la actualidad está catalogado como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento y conserva su estructura en un estado aceptable, aunque como se puede ver necesita una restauración urgente para poder sacarle el máximo partido.
Este edificio era propiedad del Ministerio de Defensa y fue transferido al Ayuntamiento de Sevilla en 2006, necesitando una inversión estimada de 75 millones de euros para su conservación y aprovechamiento.
Centro Magallanes de Emprendimiento Cultural
Tras varias propuestas de uso poco sólidas para la totalidad de su superficie y actuaciones de rehabilitación urgentes, finalmente le ha tocado el gordo con unos fondos europeos que permitirán convertirlo en un gran centro de emprendimiento cultural bajo el nombre de Centro Magallanes.
Con este proyecto se convertirá en punto de encuentro de empresas innovadoras de base tecnológica, cultural y creativa de las regiones portuguesas del Alentejo y Algarve junto con Andalucía. Todo gestionado desde este edificio emblemático de Sevilla.
Exposición Rostros, Rastros, Restos
Mientras tanto, el Ayuntamiento de Sevilla ha abierto sus puertas para iniciativas culturales puntuales, tales como la muestra «Rostros, Rastros, Restos».
En este proyecto los profesores Julián Sobrino y Enrique Larive han realizado entrevistas a los antiguos trabajadores de la fábrica, quienes en primera persona han contado sus vivencias a través de medios audiovisuales ubicados en el interior de la fábrica.
Los visitantes, entre ellos nosotros, pudimos ver y oír de sus propias voces cómo eran los días en la fábrica, hablando sobre lo que fabricaban, los compañeros y muchas más anécdotas.
En este vídeo podemos ver un resumen sobre los testimonios que Sobrino y Larive han recogido para la muestra.
Visitar la Real Fábrica de Artillería de Sevilla
Visitar la fábrica ha sido toda una experiencia tras años, toda la vida prácticamente, viéndola cerrada al pasar por la avenida Eduardo Dato.
Es un lugar imponente, inmenso, que a veces te hace sentir que estás en uno de los mayores templos o bodegas de España, más que en una antigua fábrica de artillería.
Pero no una cualquiera, una con más de 450 años de historia que resurgirá próximamente gracias al Año Magallanes.