Desde hacía tiempo queríamos visitar Alameda, en la provincia de Málaga, para descubrir qué ver y qué hacer en esta localidad. Teníamos curiosidad por pasar una jornada de turismo para descubrirla y siguiendo con el turismo de cercanía como con Osuna o Archidona, Alameda se presentaba como el lugar ideal.
Allí nos atendió de una manera magnífica Juan Valencia, quien nos transmitió como técnico de turismo lo que teníamos que saber, y como natural de Alameda el amor por su pueblo. ¡De 10!
Salvoconducto bandolero
Para comenzar a conocer Alameda hay que sacarse el salvoconducto bandolero, cuyo importe es de 6€ por persona y da acceso al Museo del Campo, a las Termas Romanas de Alameda y a la iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, donde dicen que se encuentra la tumba de José María «el Tempranillo».
Y con nuestro salvoconducto en mano, empezamos la visita guiada por estos lugares de Alameda.
Museo del Campo de Alameda
La visita a Alameda empieza en el Museo del Campo. Allí podemos conocer uno de los principales pilares de la economía de la localidad desde mucho tiempo atrás.
Pudimos ver utensilios antiguos, aperos de labranza, maquetas, y mucho más, todo explicado perfectamente por Juan, incluidas anécdotas del pueblo.
Termas romanas de Alameda
Nos salimos del Museo del Campo y justo en la otra acera estaba el siguiente punto de la visita, las termas romanas. Los restos arqueológicos que allí pudimos ver están fechados entre el siglo I y el siglo IV. Hay dos zonas, una prerromana (periodo calcolítico) y otra romana.
Se distinguen perfectamente los muros que delimitaban el complejo termal, así como cada una de las salas que quedan bien definidas en los restos visibles actualmente.
Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción
Continuamos la visita en la iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, un templo construido entre los siglos XVII y XVIII por mandato de los Marqueses de Estepa.
Esta construcción barroca da cobijo a un Cristo crucificado datado en el siglo XIV, en madera policromada y sin autor conocido. Durante la visita, lo que más nos asombró de este lugar fue su silencio y quietud.
Dentro de la iglesia tuvimos con Juan un agradable tiempo de charla, en el que nos contó pequeñas anécdotas del interior de la iglesia y nosotros compartimos con él anécdotas de otros viajes.
Tumba del Tempranillo
En el mismo recinto de la iglesia, en el patio trasero, se encuentra la tumba en la que se dice que está enterrado el bandolero José María el Tempranillo.
Rodeados del colorido del típico patio andaluz, Juan nos contó Juan todo lo relativo a la vida del famoso bandolero, recordado en la actualidad como uno de los símbolos de Alameda.
Visitar Alameda, todo un acierto
Y allí, a los pies de donde reposa el Tempranillo, nos tomamos una foto que perpetuará nuestra visita en la página de Facebook del Punto de Información Turística de Alameda.
De nuevo, muchas gracias Juan por el tiempo dedicado, nos encantó visitar Alameda y conocer de primera mano su historia y patrimonio.
Dónde comer en Alameda
Se nos pasó el tiempo volando, estábamos encantados con la visita a Alameda y ya era la hora de comer, así que nos fuimos a almorzar a la Posada del Bandolero.
Allí nos pedimos un combinado bandolero cuyo importe fue de 14’50€, un pulpo braseado y por último postre. El total del almuerzo en la Posada del Bandolero fue de 47’50€. Salimos de allí muy satisfechos, estaba todo riquísimo.
Y con la panza llena, finalizamos nuestra visita a Alameda, localidad malagueña que recomendamos visitar para conocer su patrimonio y su gastronomía.
¡Un saludo!