Conocimos Puente La Reina como parte del viaje por Navarra, partiendo ese día desde Horche, en Guadalajara. Fue un buen trayecto, pero llegamos con las pilas cargadas para hacer turismo.

Este pueblo navarro, que en euskera se llama Gares, es muy conocido por ser parte importante del Camino de Santiago y también por sus lugares de interés, destacando su Puente Románico.

 

Visitar la iglesia de Santa María de Eunate

Antes de llegar a Puente La Reina, a unos 5 kilómetros, hicimos una breve parada para conocer la iglesia de Santa María de Eunate. Este templo se ubica en un campo abierto y es cruce del camino aragonés y del camino navarro hacia Santiago.

Es una iglesia románica del siglo XII, con una arquitectura muy particular que no deja indiferente. A pesar de no ser excesivamente espectacular, su planta octogonal y sus formas tan atípicas hacen que la parada para conocerla sea obligatoria.

Cada año son numerosos los peregrinos que hacen un alto en el camino para conocerla. Justo al lado hay una pequeña casa en la que se sacan las entradas para su visita, aunque cuando fuimos estaba cerrada. No la vimos por dentro, pero nos quedamos con el buen recuerdo de su estampa exterior.

Qué ver en Puente La Reina

Nos adentramos en Puente La Reina y aparcamos en la calle Cañada Real, a la orilla del río Robo. Desde allí fuimos dando un paseo en dirección al puente románico.

Iglesia de San Pedro

El primer monumento de interés que nos encontramos en Puente La Reina fue la iglesia de San Pedro, a modo de puerta de entrada hacia el casco antiguo de la localidad.

Esta iglesia del siglo XVI tiene una leyenda a sus espaldas. Se dice, que un pajarito (que se escribe txori en euskera), lavaba con su pico a la imagen de la virgen que custodia la iglesia, siendo esta acción vaticinio de que algo importante ocurriría. Desde entonces, a la virgen se la conoce como Virgen del Txori.

Puente Románico

Empezamos a callejear sorprendidos por la típica arquitectura de la zona, muy diferente a lo que estamos acostumbrados en el Sur.

Y llegamos al famoso Puente Románico, que es la imagen típica de las fotos de Puente La Reina. El puente atraviesa el río Arga y fue construido en el siglo XI para facilitar el cruce del río a los peregrinos.

Según hemos leído, lo mando a edificar la reina doña Mayor, esposa de Sancho el Mayor, o doña Estefanía, esposa del rey García el de Nájera. No está claro esto, pero el caso es que fue por orden de una reina, de ahí su nombre y el de la localidad.

Mide 110 metros de largo y 4 de ancho. En origen tenía un torreón en cada extremo y uno en el centro con una capilla, pero con el tiempo perdieron su carácter defensivo y fueron derribadas.

Iglesia de Santiago

Volvimos a adentrarnos en el pueblo y tras un ratito de ver calles llegamos a los pies de la iglesia de Santiago, una gran iglesia de finales del siglo XII que por sus proporciones puede recordar a una catedral.

El aspecto de hoy día es el de la rehabilitación que se le practicó en el XVI. Aunque no entramos porque estaba cerrada, hemos leído que en su interior hay unos interesantes retablos, lienzos y otros ornamentos, sobre todo del siglo XVIII.

Iglesia y Convento del Crucifijo

Continuamos el paseo bajo un sol que empezaba a pegar fuerte y llegamos a la iglesia del Crucifijo, bastante conocida por la particularidad de su crucificado.

Esta iglesia del siglo XII se ubica en la zona conocida como la Villa Vieja. Estuvo bajo la custodia de los templarios y luego pasó a la Orden de San Juan de Jerusalén. Está unida mediante un arco al convento que se encuentra en la acera opuesta.

Cristo de la Pata de Oca

Aquí sí pudimos entrar. Vimos sus dos naves, de épocas distintas, muy sombrías o luminosas según la zona en la que se esté. Pero lo que más sorprende de este templo es el crucificado que le da nombre. Se trata de un Cristo gótico con los brazos clavados a una cruz en forma de Y.

Es conocido como el Cristo de la Pata de Oca, ya que es esta la forma que tiene la cruz sobre la que se encuentra. Hay dos teorías sobre su origen. La primera, que un peregrino germano, agradecido por la hospitalidad, la envió como regalo desde su tierra. La segunda, que unos peregrinos germanos la trajeron y tras pasar por Santiago, la dejaron como agradecimiento por las atenciones recibidas.

Dónde comer en Puente La Reina

Entre que el calor apretaba y que llegó la hora de almorzar, buscamos un lugar donde comer en Puente La Reina, previa búsqueda en internet de alguna recomendación.

Nos fuimos hacia la calle Mayor, recogiendo alguna escena muy pintoresca de lo que es la típica calle del pueblo con sus comercios de siempre.

En la Calle Mayor vimos varios bares de los que habíamos visto en internet, pero estaban llenos y en las mesas solo se veían pinchos de mucho pan. Al menos el paso por esta calle nos sirvió para tomar una imagen general del centro del pueblo.

Con la búsqueda llegamos hacia el Paseo de los Fueros, donde había varios bares. Finalmente elegimos el Bar Mikel, en el que nos sentamos en una mesa a la sombrita.

Pedimos en total 6 pintxos y 3 refrescos, haciendo un total de 17,20€ la cuenta. Nos sirvió para cubrir el almuerzo, aunque nos fuimos con la sensación de no sentirnos plenos, ya que fue comida muy básica y sencilla. Pero al menos estuvo bien de precio.

Visita rápida a Estella

Tras el almuerzo continuamos la ruta hacia el Parque Urbasa, pero hicimos previamente una parada en la localidad de Estella con la idea de conocerla en su tren turístico, pero esa historia da para otro artículo.