Tras un viaje en tren desde Venecia de cerca de 3 horas y con transbordo en Verona, llegamos a la Estación Central de Milán. Desde ahí nos encaminamos hacia nuestro apartamento.
Esta era la cuarta etapa de un viaje que en diciembre de 2017 nos llevó a conocer varias ciudades de Italia. Primero estuvimos en Pisa, de ahí fuimos a Florencia, luego a Venecia y por último íbamos a pasar dos noches en Milán. Desde allí cogeríamos un avión de vuelta a Sevilla.
El transporte en Milán
Aunque desde la estación al apartamento fuimos andando, más tarde necesitaríamos recorrer grandes distancias así que compartimos brevemente aquí nuestra experiencia.
Para moverse por Milán os recomendamos la tarjeta de transporte que dura 24 horas y vale 4.50 €, permitiéndote hacer uso de metro, tranvía o bus tantas veces como desees.
A nosotros nos fue bien con ella y nos permitió desplazarnos rápidamente optimizando mucho el tiempo para conocer sitios y hacer turismo.
El alojamiento en Milán
El apartamento estaba situado a unos 20 minutos andando desde la estación de tren de Milán, muy bien comunicado para movernos fácilmente por la ciudad y visitar los lugares más turísticos que queríamos conocer. Lo reservamos a través de Booking y nos salió por 60€ la noche, que estuvimos dos.
El apartamento Ducla degli Abruzzi estaba muy bien preparado, ideal para este tipo de escapadas. Tenía un salón-comedor con una pequeña cocina integrada en la que no faltaba de nada.
Para dormir una habitación con una cama muy cómoda y un baño muy nuevo con el agua súper calentita. Todo el piso era nuevo y además de su buena ubicación tenía muchos detalles.
El Duomo de Milán
Tras dejar las maletas, salimos pitando en metro para el Duomo, la Catedral de Milán, que cuando llegamos su plaza estaba abarrotada de gente como es lo habitual.
El Duomo de Milán es uno de los templos católicos más grandes del mundo, pudiendo dar cabida a más de 40.000 personas en su interior.
Su construcción se inició en el siglo XIV pero se extendió hasta mediados del siglo XX que se dio por finalizada su obra. Si se ve un mapa de Milán, se ve que la ciudad fue creciendo tomando como centro el Duomo, o más bien el lugar donde se ubica, ya que anteriormente hubo otros templos que se los llevó el fuego.
La Galería Vittorio Emmanuel II
A su lado se encuentra la Galería Vittorio Emmanuel II, llenísima de gente en el momento en el que fuimos. De hecho, nos costó mucho llegar al famoso toro de la suerte.
Esta galería comercial fue construida en el siglo XIX y en su interior se encuentran las tiendas más famosas de Milán: Prada, Gucci, Louis Vuitton, Tiffany, etc.
Se ubica entre dos de los monumentos más famosos de la ciudad, el Duomo y el Teatro alla Scala, pero es un lugar digno de ver por sí solo, su cristalera es espectacular.
Teatro alla Scala
Seguimos andando y llegamos al Teatro alla Scala, al cuál no pudimos acercarnos mucho porque había un evento importante y lo tenían vallado por completo.
Es uno de los teatros de ópera más famosos del mundo y ha estado ubicado en varios edificios. El primero, del siglo XVIII, lo destruyó un incendio, el siguiente la guerra, hasta el que vemos hoy que es de mitad del siglo XX.
San Ambrosio
Cogimos de nuevo el metro y nos bajamos en la zona de la Basílica de San Ambrosio, donde se supone que debía haber puestos y algo más de movimiento del que nos encontramos ya que era festivo.
Esta basílica comenzó a construirse en el siglo IV y su estado actual es el definitivo que tomó en el siglo XI. Destacan sus dos grandes campanarios pero como era de noche no pudimos verlos demasiado bien.
Como no nos encontramos gran cosa de ambiente festivo por la zona dimos una breve vuelta, tomamos algunas fotos y regresamos al metro para poner rumbo a Navigli, a darle caña al típico aperitivo de Milán.
Navigli, el barrio de los canales de Milán
Cuando llegamos a Navigli nos encontramos un ambiente relajado: la gente se ríe tranquilamente mientras toma una copa y disfruta del bufé libre que ofrece cada bar. Para nosotros, este es uno de los pequeños placeres de Milán.
El aperitivo en Milán
Tras echar un vistazo nos decantamos por un bar llamado Vintage, en el que pagando 9€ por persona pedimos un Spritz y nos daba derecho a consumir las cositas que tenían en el bufé. Si te sentabas fuera pagabas 7€ pero hacía taaaanto frío…
En el bufé pudimos elegir entre pastas, arroces, verduras, sandwiches, patatas, etc.. Y de postre tenían frutas, profiteroles y una fondue de chocolate. Este en concreto era un bufé de los normales pero teniendo en cuenta el precio y la cantidad es más que suficiente.
Como fue un día bastante completito entre el viaje y los paseos por Milán, nos fuimos a casa a descansar porque a la mañana siguiente teníamos que seguir visitando la ciudad.
El Bosque Vertical de Milán
Tras un sueño más que confortable (recomendamos este apartamento al 100%), nos levantamos y desayunamos algunas cositas que nos había dejado la dueña: unas cápsulas de café, biscotes y mermelada.
Nos fuimos hacia la zona del Cementerio Monumental de Milán pero parando primero en un lugar que sin ser demasiado conocido es digno de ver.
Se trata de dos edificios llenos de vegetación conocidos como Bosco Verticale. Uno de los edificios, la Torre de Castillia, mide más de 100 metros de alto y el otro, la Torre Confalonieri, casi 80.
Estas torres llenas de naturaleza comenzaron a construirse en 2009 pero por culpa de la crisis económica no fue hasta 2014 que se inauguraron. A sus pies, hay un centro comercial semicubierto bastante entretenido para dar una vuelta pero era temprano por la mañana y el frío era casi insoportable.
Porta Garibaldi, el barrio de moda en Milán
De camino al Cementerio Monumental, que estaba a un paseo, hicimos una parada en Porta Garibaldi, uno de los barrios más chic de Milán por sus bares, tiendas, vecinos y visitantes.
Uno de sus símbolos más reconocidos es la Puerta Comasina (actualmente llamada Garibaldi), que daba entrada a quienes provenían de la cercana ciudad de Como.
En el siglo XIX se le da el aspecto actual con motivo del emperador de Austria Francisco I y más tarde se le cambia el nombre a Porta Garibaldi en honor del unificador de Italia.
Porta Volta, una pequeña abandonada
En el trayecto también pasamos por delante de una pequeña puerta conocida como Porta Volta, con un aspecto muy dejado y abandonado desde al parecer hace tiempo.
Su origen están en la mitad del siglo XVI, durante la ocupación española que junto a otras puertas menores fue construida como parte de la antigua muralla. A día de hoy luce muy dejada pero seguro que con el tiempo le dan un lavado de cara.
Cementerio Monumental de Milán
Seguimos rumbo al Cementerio Monumental de Milán, una visita obligada porque es de los mejores lugares de la ciudad que puedes visitar. Desde que llegas a la puerta te impresionas por su grandeza y por el estilo de sus construcciones. Es como un gran templo pero en campo abierto.
La entrada principal al cementerio es de estilo neomedieval y se construyó entre 1863 y 1866, siendo su idea inicial la de ser un templo pero terminó siendo un camposanto en el que encontraremos multitud de tumbas, muchas de ellas de personalidades de la talla de Giuseppe Verdi o Alessandro Manzoni.
Una de las tumbas que más llaman la atención (que con tanta tumba monumental es complicado que una destaque) es la de la familia Campari, que muestra una representación de La Última Cena.
En este cementerio cada lápida, cada losa o cada cruz hace que te pares para verla porque son auténticas obras de arte. Os ponemos un collage de algunas de las tumbas pequeñas que nos llamaron la atención.
Dimos un paseo entre las criptas, que prácticamente eran pequeños templos, aunque la visita se tornó un pelín siniestra ya que era un día nublado y estábamos prácticamente solos así que tras hacer unas fotos abandonamos el cementerio para seguir haciendo turismo.
El cementerio es enorme y aunque por el párrafo anterior pueda dar la sensación de que estuvimos poco tiempo… estuvimos casi 2 horas paseando por su interior.
Castillo Sforzesco
Nuestra siguiente parada turística fue el Castillo Sforzesco que estaba muy ambientado: había muchos puestos alrededor del castillo, ya que era un día festivo en Italia y la gente aprovechó para salir a pasarlo bien aunque estuviese nublado.
Este castillo se comenzó a construir en el siglo XIV por la familia Visconti. Ya en el siglo XV Francisco Sforza lo reconstruyó y generaciones siguientes lo fueron modificando. Es un castillo que abarca un gran recinto y en su interior alberga un museo de arte.
Como era día festivo estaba llenísimo de gente y nos iba a resultar imposible visitarlo en condiciones así que lo dejamos para un próximo viaje y aprovechamos para pasear por el interior de las murallas y ver sus distintos patios.
Comer por la calle en Milán
Como íbamos justos de tiempo, comimos en un puestecito de la calle un par de panzzerotti y seguimos paseando para ver los exteriores del Castillo Sforzesco.
Parco Sempione
Tras salir del castillo nos dimos un paseo por el Parco Sempione, un enorme parque que pertenece al recinto del Castillo Sforzesco. Nuestro paseo acabó en el Arco della Pace, lugar de foto obligada para todos los turistas.
Un rato más tarde se nos encendió la bombilla de ir a preguntar a Santa Maria delle Grazie por si acaso tenían alguna entrada para ver la Última Cena (ilusos).
Evidentemente no había, hacía meses que no se vendían entradas por internet y además ese día era festivo en Milán. Así que… tendremos que volver ¿no?
Despedida de Milán
Decidimos volver a tomar algunas fotos más por el Duomo y a despedirnos del centro, habían sido unos días muy intensos (previamente habíamos estado en Pisa, Florencia y Venecia), hacía un frío que pelaba y al día siguiente salíamos temprano así que tomamos algo ligero para merendar y nos fuimos a nuestro maravilloso apartamento.
Comer en casa en Milán
Unas horitas más tarde rebuscamos en los folletos que nos había dejado la dueña de la casa y vimos una opción de comida a domicilio más que recomendable que tuvimos el fallo de no apuntar para recomendar.
Pedimos un risotto de pescado y una pizza y podemos decir que fue una de las comidas más ricas y contundentes que tomamos en Italia. A veces las apariencias engañan tanto…
Y hasta aquí, con buen sabor de boca, llegó nuestra experiencia en Milán 😉
One Comment on “Escapada a Milán”