En esta ocasión he pasado un fin de semana en Mallorca, isla que forma parte del archipiélago de las Islas Baleares. Tras un largo periodo de tiempo sin actualizar debido a la escasa economía y al tiempo disponible, hoy por fin pongo una nueva propuesta de fin de semana.
El vuelo ha sido un buen chollito encontrado en Ryanair. Me ha salido el trayecto Sevilla-Palma por 7´80€ ida y vuelta (esta compañía cobra gastos por tarjeta (si tenemos una Mastercard prepago no nos cobrarán). Lo compré con 6 días de antelación, por lo que este precio lo atribuyo a la temporada baja (el avión iba a la mitad) y a las subvenciones de las que disfruta Ryanair. una buena oportunidad para hacer turismo en Palma de Mallorca.
El alojamiento que he tenido ha sido la casa de mi prima, por lo que no me ha costado, pero para quien quiera ir, propongo alojarse en la zona de El Arenal, donde se pueden encontrar muchos hoteles bien situados y a buen precio (sobre todo en temporada baja).
Dónde cenar en Mallorca
Bueno, tras aterrizar y dejar la maleta, fuimos a cenar a la zona del Paseo Marítimo, donde entramos en Grill Meister, un lugar de comida rápida alemana en el que por aproximadamente 5€, se puede disfrutar de un perrito caliente con una salchicha de medio metro y un refresquito.
Tras la cena, dimos un pequeño paseo por el Paseo Marítimo, un lugar lleno de bares y discotecas entre las que se podrían destacar Tito´s, El que faltaba, La que faltaba, etc, aunque nosotros fuimos de bares esa noche. Fuimos a Marítimo21, donde nos tomamos una Heineken por 4€, un precio alto pero no desproporcionado.
De ahí nos fuimos a Faradio, donde nos tomamos una copita por 7€, un precio normal y barato teniendo en cuenta que es la zona turística de Palma de Mallorca.
Qué visitar durante un fin de semana en Mallorca
Al día siguiente por la mañana fuimos de turismo al Castillo de Bellver, un castillo de estilo gótico mallorquín situado a unos tres kilómetros de la ciudad de Palma de Mallorca.
Fue construido a principios del siglo XIV por orden del rey Jaime II de Mallorca. Su nombre viene del catalán antiguo bell veer, que significa «bella vista».
Se encuentra sobre un monte de 112 metros sobre el nivel del mar, en una zona rodeada de bosque, desde donde se puede contemplar la ciudad, el puerto, la Sierra de Tramontana y Pla de Mallorca.
Una de sus peculiaridades es que se trata de uno de los pocos castillos de toda Europa de planta circular, siendo el más antiguo de estos. Actualmente pertenece al Ajuntament de Palma y en él se encuentra el Museo de Historia de la ciudad de Palma.
Es una pena que todas las paredes del castillo están grabadas con nombres de los visitantes de fechas bastante variadas. Podrían habérselo ahorrado y que se conservara mejor el castillo.
Paseo por Portixol
Tras el castillo, fuimos a un puerto llamado Portixol, uno de los cinco puertos de Palma de Mallorca (este el más modesto de ellos) enfocado principalmente a pequeñas barcas pesqueras y alguna que otra embarcación de recreo de tamaño pequeño (que más quisiera yo tener alguna).
El hecho de que este pequeño puerto esté tan integrado en la ciudad lo hace un sitio cercano para visitar, encontrando justo al lado una pequeña playa en la que relajarse un rato.
Nosotros en este caso como hacía buena tarde dentro de lo que cabe, con el cielo algo nublado pero sin romper a llover, dimos un breve paseo por la zona y poco más, ya que hacía algo de frío.
Dónde almorzar en Mallorca
Llegó la hora del almuerzo y fuimos en dirección hacia Bunyola, aunque no llegamos, sino que paramos un poco antes en el Restaurante Ses Guatleres (que significa las codornices).
Es un caserón rústico bastante bonito situado en plena naturaleza. Tiene unas terrazas rodeadas de un canal de agua y un parque infantil para los más pequeños.
Ofrecen diferentes carnes a la brasa pero su especialidad son los huevos de codorniz hervidos con ali-oli y las codornices a la brasa de carbón vegetal.
Allí, al calor de la chimenea, pudimos comernos como entrantes unos huevos de codorniz y unas aceitunas, un par de codornices con patatas fritas acompañadas con un vino tinto, y como postre, un rico bombón mallorquín.
Un buen lugar donde almorzar por un precio sobre los 15€ por persona.
Turismo por Palma de Mallorca
Al día siguiente por la mañana era el momento del fin de semana en Mallorca en el que iba a hacer un poco de turismo de a pie en solitario. Comencé la ruta en la Plaza de España, presidida por una estatua de Jaime I.
Por la cercanía de las fechas en ese momento la plaza estaba amenizada por un mercado de navidad que encontré de casualidad. Ya que estaba allí eché un ojo por los puestos a ver qué encontraba aunque la mayoría eran cosas de artesanía de las que ya estaba bien servido.
De ahí fui andando por el Pasaje de Joan XXIII hasta Carrer de Sant Miquel, calle totalmente peatonalizada, en la que vi la Parroquia Ortodoxa de la Nativitat del Senyor.
Seguí andando y localicé la Parroquia que le da nombre a la calle, la Parroquia de Sant Miquel. Desde fuera se veía modesta pero tenía su encanto.
Esta calle desemboca en una plaza que me recordó mucho a la Plaza Mayor de Madrid, y tras entrar en ella, vi que se llamaba igual pero en mallorquín, Plaça Major, y también había mercado de navidad.
Seguí por la Calle Colom y me topé con el Ajuntament de Palma (que estaba en obras, aunque una de las caras no), situado en la plaza de Cort, en la que me sorprendió un olivo centenario traído desde Pollença como símbolo de paz y arraigo a la tierra.
Tras unas fotitos, seguí paseando por la calle Palau Reial en dirección hacia el Parlament de Les Illes Balears, casi llegando a la catedral.
Antes pasé por una puerta lateral del Palacio de la Almudaina, el cual fue inicialmente un alcázar musulmán que reedificó en 1309 Jaime II. Actualmente es la residencia oficial de verano del rey, aunque realmente (nunca mejor dicho jeje) se queda en el Palacio de Marivent. Ahí sí que se debe pasar un fin de semana en Mallorca a todo lujo.
Catedral de Palma de Mallorca
Por fin llegué a la Catedral de Palma de Mallorca, localmente conocida como La Seu. Se construyó en 1229, tras la conquista de la isla, levantándose tras el derribo de la mezquita de Madina Mayurqa, nombre árabe de Palma. Allí realicé varias fotos:
Me sorprendieron las vistas del lugar, ya que la catedral está construida encima de lo que fue la muralla de la ciudad musulmana en la zona que daba para el mar. Si vas a pasar un fin de semana en Mallorca pasar por este lugar es muy recomendable, además de por la Catedral, por las vistas al mar.
Justo detrás de la catedral, estaba el Palacio Episcopal, que se empezó a construir en el siglo XIII y se fue ampliando en varias ocasiones.
Ante la ausencia de gente, fui entrando hasta que me topara con alguien, cosa que no ocurrió, así que pude llegar a un segundo patio interior en el que pude sacar varias fotos:
Al salir del Palacio Episcopal pasé de nuevo por la Catedral y llegué a los jardines del Palacio Real de la Almudaina, llamados Jardins S´hort del Rei, un espacio ajardinado con fuentes y una composición plástica que el escultor Alexander Calder donó a la ciudad de Palma.
Paseo de Sagrera
Al lado, se encuentra la Consejería de Presidencia del Gobierno Balear, cuya torre preside un reloj y cuya puerta adornan dos cañones.
Aunque no cambié de calle, por donde iba cambió el nombre de Paseo de Sagrera por el de Calle de Migjom, y según andaba, ladeando Es Baluard, que es el museo de arte moderno y contemporáneo de Palma.
Me encontré en uno de sus lados con el Torrent de Sa Riera, que pasa por allí bordeando las antiguas murallas de la ciudad desde el siglo XVII, que fue cuando lo desviaron para que no atravesase el casco antiguo.
Desde ahí fui adentrándome de nuevo en la ciudad atravesando un parque por la calle Feixina, y más tarde, crucé por un puente en la Avinguda de Portugal por encima del Torrent de Sa Riera donde eché una nueva foto.
En esta avenida me llamó la atención un edificio llamado Sa Riera, que aunque en su fachada pone «instituto», en su día fue facultad de derecho y en la actualidad alberga algunos servicios de la Universidad de Baleares. Ahí más o menos tocó su fin el paseíto turístico de aproximadamente 7 km. No estuvo nada mal, ¿verdad?
Este viaje ha sido más familiar que turístico, era mi cuarto viaje a Mallorca y la prioridad no era hacer turismo, aunque algo si que he hecho como se ha podido leer aquí. No he seguido la estructura de fin de semana típica de viernes, sabado y domingo, sobre todo porque yo llegué el sábado por la noche y me fui un miércoles, pero si lo que he contado se puede agrupar bien en un finde.
Para quien vaya a pasar un fin de semana en Mallorca, le recomiendo visitar lugares como Valldemossa, un pueblo con bastante encanto. También estaría bien visitar Soller, un municipio conectado con Palma mediante un tren de principios del siglo XX que aun conserva vagones y locomotora.
El Puerto de Soller tiene acceso mediante la carretera vieja, que sube y baja la montaña, o a través de un túnel que atraviesa la montaña y que es de pago. Recomiendo hacer el viaje de ida por la montaña (por las vistas) y la vuelta por el túnel.
Y por último, recomiendo ir en verano a una cala llamada Cala Pi. Es un paraíso, a mi me encantó cuando estuve hace unos años. La isla tiene mucho más para visitar, un fin de semana en Mallorca no es suficiente, así que quien vaya o haya ido, si va ampliando en los comentarios se lo agradeceré 😉
Espero que guste esta propuesta de fin de semana en Mallorca, próximamente pondré un nuevo plan.
¡Un saludo!